Del lunes 25 a este martes el dólar en el mercado paralelo aumentó 2,51 %. Los estados de WhatsApp de nuevo se actualizaron con la imagen de los cotizadores, pues es la primera vez en lo que va de año que llega y supera los seis bolívares.
(28-07-2022). Algo ha cambiado la economía venezolana en el último año. Ya las subidas de precios no son tan súbitas ni recurrentes. Antes casi a diario los estados en la plataforma de mensajería WhatsApp se llenaban con la imagen que marcaban los cotizadores paralelos. Ahora los periodos son más largos para ver repetir esta secuencia.
Sin embargo, este martes 26 de julio el dólar paralelo superó los seis bolívares por primera vez en el año. La imagen con la cotización volvió a los estados de WhatsApp, así como el temor de quienes lo han padecido todo en una economía que se contrajo por siete años consecutivos y estuvo cuatro en hiperinflación.
Del lunes 25 a este martes el dólar en el mercado paralelo aumentó 2,51 %. Es la primera vez en lo que va de año que llega y supera los seis bolívares al cerrar en Bs. 6,11, luego del día anterior ubicarse en Bs. 5,96.
Desde enero de este año, cuando el tipo de cambio arrancó en más de 4,5 bolívares tanto en el oficial como en el paralelo, el dólar no ha detenido el alza; no obstante, esta se había dado de manera menos abrupta que en años anteriores. Un reflejo de otros indicadores como la inflación que desacelera desde 2021.
Para el economista Alejandro Castro hay varias razones que provocan que el dólar suba. “Depende de la oferta de dólares que haya en el mercado oficial. Si esta oferta no es lo suficientemente grande para poder satisfacer la demanda del mercado cambiario, lo que las empresas y personas naturales hacen es ir al mercado no oficial para conseguir dólares y eso le pone presión a ambos mercados”, dice a Crónica.Uno.
Otro factor que impacta el mercado es que la disponibilidad de dólares depende en buena medida del flujo de caja de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y de las exportaciones no tradicionales –tanto de empresas privadas como públicas–, y que estas depositen las divisas en el mercado oficial.
«Estamos en un momento donde el tipo de cambio alcanza un máximo histórico y seguramente se va a seguir depreciando en lo que queda de año”, advierte Castro.
En el mercado oficial el dólar cerró este martes en 5,72 bolívares y no tuvo variaciones con respecto al día anterior. Entre enero y julio el oficial aumentó 26,26 %, mientras que el paralelo 30,83 %.
Firmas como FocusEconomics prevén que al cierre de año el dólar en el mercado oficial se ubique en Bs. 7,30, de acuerdo con las proyecciones de julio.
El dólar, que se volvió una bocanada de oxígeno ante la hiperinflación, ha perdido su poder de compra en los últimos dos años. Ecoanalítica, por ejemplo, estima que entre diciembre de 2021 y mayo de 2022 los precios en dólares subieron 16 %.
La aparente estabilidad del dólar es provocada de manera artificial por el Banco Central de Venezuela (BCV). Una de las medidas que ha controlado que se dispare su precio son las inyecciones en divisas de la institución al mercado cambiario. A juicio de varios especialistas usar las reservas internacionales, que están en mínimos históricos, para mantener controlado el tipo de cambio no es una política insostenible en el tiempo.
El economista José Guerra indicó: “El BCV es el único banco central del mundo que en medio de un boom petrolero importante en lugar de acumular reservas las está perdiendo”.
«Si sigue la depreciación puede venir una nueva ronda inflacionaria”, apuntó Guerra en su cuenta de Twitter.
“Cuando el BCV interviene en el mercado cambiario y oferta dólares a través de las reservas internacionales, lo que hace es que se sobrevalore la moneda local, es decir, el bolívar termina valiendo más de lo que debería porque de forma artificial el BCV va quemando divisas a través de la disminución de sus reservas internacionales”, explica Alejandro Castro.
Otro factor que influye en que el dólar se dispare es el aumento de la base monetaria: los bolívares que emite el BCV para su circulación. No obstante, el gobierno ha reducido el gasto público, lo que genera que la dependencia de bolívares sea menor y más controlada, una estrategia que persigue mantener la inflación baja.
