LGTBIQ+

Parejas del mismo sexo venezolanas aún esperan derecho a casarse

Fundación Reflejos de Venezuela

(25-03-2022) Ana Margarita Rojas y Elena Hernáiz han compartido sus vidas durante más de tres décadas y han criado juntas a un hijo. Sus vecinos en la capital de Venezuela los reconocen como pareja y nunca los cuestionan cuando se refieren el uno al otro como “mi esposa”.

Su aceptación social, sin embargo, no se traduce en reconocimiento legal. Venezuela permanece en una lista cada vez más pequeña de países sudamericanos que no permiten los matrimonios entre personas del mismo sexo. Esto a pesar de que el máximo tribunal de Venezuela ha tenido siete años para pronunciarse sobre un caso clave y el presidente Nicolás Maduro ha pedido a los legisladores que consideren el asunto.

Esta inacción ha dejado a parejas y activistas preguntándose si un país inmerso en una crisis política, social y económica les otorgará alguna vez el derecho a casarse. Muchos ven un gobierno que los ignora y una oposición que prioriza otros temas.“Estamos en un país donde ser ciudadano ya es una lucha cuesta arriba, ser reconocido como ciudadano minoritario es una lucha más cuesta arriba”, dijo Rojas, de 59 años. “Aquí hay un gran desconocimiento y un gran irrespeto a la ciudadanía… Entonces, si no te reconozco como opositor, no te reconozco como profesional, no te reconozco como ciudadano, yo’ No voy a reconocerte como LGBT”.

La Corte Suprema de Justicia de Venezuela, uno de los muchos órganos gubernamentales considerados leales a Maduro, acordó formalmente en 2016 opinar sobre el asunto después de recibir un caso un año antes, pero no ha emitido un fallo.

Una decisión anterior determinó que la constitución no prohíbe ni condena las relaciones entre personas del mismo sexo, pero no les extiende ninguna protección porque el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer. También determinó que corresponde a los legisladores crear una protección para las parejas a través de un concepto diferente al matrimonio.

Algunas parejas han viajado al extranjero para casarse a pesar de saber que su unión no sería reconocida a su regreso a Venezuela. Otros, como Rojas y Hernáiz, han obtenido documentos legales que les permiten tomar decisiones médicas de emergencia por el otro, les da derechos sobre la propiedad del otro, incluidas las cuentas bancarias y la custodia de los niños.

La transición de Venezuela al socialismo iniciada en 1999 bajo el mentor de Maduro, el difunto presidente Hugo Chávez, y la crisis que deshizo al país tras su muerte ha impedido que la sociedad venezolana —y su gobierno— debatan el tema como ha ocurrido en otros países latinoamericanos.“No nos han permitido tener las discusiones serias del siglo XXI”, dijo Tamara Adrián, abogada y exdiputada opositora, refiriéndose a los discípulos de Chávez, llamados chavistas. “Durante las últimas casi dos décadas y media nos han atrapado en un dilema entre capitalismo y socialismo. En el siglo XXI, es totalmente, diría yo, superfluo como discusión. En el siglo XXI, (la discusión) es desarrollo con inclusión, no hay otra cosa, y eso significa eliminar todas las barreras que existen».

La pareja del mismo sexo Ana Margarita Rojas, izquierda, y Elena Hernáiz, caminan de la mano en un centro comercial en Caracas, Venezuela, el viernes 25 de febrero de 2022. “Estamos en un país donde ser ciudadano ya es una lucha cuesta arriba, ser reconocido como ciudadano minoritario es una lucha cuesta arriba”, dijo Rojas, de 59 años. (Foto AP/Ariana Cubillos)

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