21/11/2022 Fuente: Radio Fe y Alegría – Susana Raffalli, nutricionista, especialista en seguridad alimentaria e investigadora de Cáritas de Venezuela, afirmó que se debería descontinuar el servicio de protección social de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). En cambio, sugirió invertir el dinero que se ocupa para ello en darle la oportunidad a los ciudadanos para que ellos mismos vayan a comprar sus alimentos.
De acuerdo con la nutricionista, la caja CLAP está llena de “carbohidratos vacíos, alimentos ultra procesados y de grasa que le va a costar a este país un tema importante en términos de enfermedades cardiovasculares y metabólicas en el futuro”. Aunque, acotó, “ya lo vemos”.
“Los niños están llegando a nuestros servicios sin delgadez y sin hambre, pero con crecimiento retardado. Se debe a que han estado comiendo mal”, apuntó en entrevista para Radio Fe y Alegría Noticias.
“Están haciendo un esfuerzo en invertir millones en un programa que está mal concebido y que se ha perdido entre la corrupción. Se tiene las mejores estructuras para mejorar la nutrición. Se tiene una red de Mercales y una población organizada. Sería ideal descontinuar esa caja y darle la posibilidad a las personas de que salgan a comprar con cupones de alimentos”, sentenció.
Niveles de desnutrición aún son altos y no solo por las bolsas CLAP
Raffalli indicó que los índices de desnutrición en Venezuela son muy altos, aún cuando se ha venido mejorando progresivamente la escala.
La profesora Raffalli comentó que tenía la expectativa de que con la mejora de la oferta de alimentos y aumento de la producción agrícola, iba a haber una disminución importante de la desnutrición, pero “eso no ha sucedido, ni va a suceder”.
Motivos por los que no
A palabras de Raffali, aunque los venezolanos tengan más acceso a los productos alimentarios, “se va a mantener en niveles indeseablemente altos la desnutrición” por razones como que el alimento no llega a los hogares, no hay padres que cuiden de los niños y les provean el alimento por efecto de la migración, no hay distribución de gas en muchos sectores para cocinar, además, no ha mejorado el acceso al agua potable y segura.
“Va a tomar mucho tiempo volver bajar los niveles de desnutrición aguada que teníamos hace 20 años”, manifestó.
Comer más no significa estar nutrido
La profesora aludió que comer más durante el día no se traduce en una buena alimentación. Se tiene una dieta saludable cuando se equilibran los nutrientes ingeridos que necesita el cuerpo para funcionar adecuadamente.
Esos nutrientes están en los vegetales, frutas, granos y alimentos proteicos, no solo se trata de comer pan, pasta y arroz, según dijo.
En el caso de los venezolanos, parte de los problemas son porque se consume mayormente pan, pasta y arroz. Los dos últimos productos con presencia en la bolsa CLAP, por ejemplo, los cuales Raffalli criticó por estar mal diseñados en aspecto nutricional, aunado a que solo llegan una vez cada 3 meses y alcanza para aproximadamente una semana.
“Están viniendo con desnutrición cada vez más niños chiquitos y mujeres embarazadas con más déficit nutricional y anemia”, dijo.
También afirmó que hoy en día hay “niños con sobrepeso que tienen anemia, con la hemoglobina en 9. Son niños desnutridos, gordos”.
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