Rusia Ucrania

OPINIÓN: ¿Realmente Ucrania está tan lejos?

José Gregorio Contreras*

(27-02-2022) En días recientes vimos las acciones tomadas por la Federación Rusa sobre la República de Ucrania, ocupando su espacio oriental a través de agentes pro rusos en esas regiones, sin embargo, la nación rusa decidió ir más allá y ordenó una avanzada militar a gran escala sobre todo el país, afectando a sus principales ciudades como Odessa y Kiev, su capital.

Mucho se ha especulado en el mundo sobre las consecuencias que podría traer la escalada militar rusa en el Este de Europa.

La reacción de los mercados no se ha hecho esperar. Los principales índices de New York, Londres, Australia, Hong Kong y Tokio, experimentaron caídas previo a la escalada. Una vez que se produce, los mercados bursátiles siguieron experimentando perdidas.

Esto afectó también a los mercados de las criptomonedas y los commodities (materias primas), poniendo especial foco en el Trigo. Rusia y Ucrania tienen una cuarta parte de la producción mundial en conjunto. Esto ha producido que se genere un encarecimiento de los derivados como la harina y en consecuencia los precios del pan han ido en aumento.

Por otro lado, el petróleo y el gas natural han subido de precio, como consecuencia del conflicto y esto parece ser una oportunidad para aquellos países productores de petróleo.

¿Cómo afectará a Venezuela?

En Venezuela, país sudamericano a 10.036 kilómetros de Ucrania, se hace presente la incertidumbre de cómo podría afectar o beneficiar el conflicto.

Tras una intensa crisis vivida desde el año 2013, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), Venezuela salió de la hiperinflación en 2021, sin embargo, 8 años continuos de debacle económico tiene sus efectos, como es el caso de la estatal petrolera PDVSA que, de acuerdo con informes propios su producción de enero fue de 755.000 barriles diarios.

Muy por debajo de los 3,7 millones de barriles diarios que llegó a producir alguna vez el país.

No solo la disminución de la producción ve afectada el aprovechamiento de los precios del petróleo, la cadena de distribución y procesamiento (recordemos que Venezuela produce petróleo extrapesado y debe someterse un proceso de orimulsión) se han deteriorado no solo en cuanto a infraestructura, sino a la falta de personal.

Venezuela, al menos pronto, no podrá mostrarse competitiva en el mercado internacional de crudo como en épocas pasadas, pues no cuenta con la capacidad logística para ello y la principal empresa petrolera se encuentra sancionada para comerciar con los países industrializados de occidente, generando que el petróleo venezolano deba venderse con una disminución de precio considerable a países como China, quienes se han vuelto acreedores constantes en el país.

Por otro lado, los lazos entre Venezuela y Rusia se han incrementado en los últimos 17 años en materia política, militar y tecnológica.

Rusia se convirtió en el mayor proveedor de material bélico y estratégico para las fuerzas armadas venezolanas y los organismos de inteligencia, a su vez, fue aumentando su influencia en el Estado  venezolano a través del sistema financiero, sirviendo de puente para pagar deudas de la estatal petrolera y demás órganos a través de él, pero ahora, con la escalada en el conflicto y que las circunstancias han llevado a que el Estado venezolano se convierta en aliado de Rusia, genera una preocupación mayor.

Venezuela no podrá  aprovechar las ventajas del precio del petróleo, no solo por las razones que ya expusimos, sino porque occidente, especialmente, los países que son miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) han impuesto sanciones de carácter económico y comercial a Rusia, excluyéndola del sistema financiero. Esto afectará a la nación caribeña de manera directa porque no podrá hacer uso mediante intermediación del sistema financiero y no podrá comerciar sus materias primas, así como tampoco podrá adquirir otros bienes de carácter estratégico para el país.

Esto se traduce en más vulneraciones a los derechos humanos y libertades fundamentales, puesto que, con la mirada de occidente puesta en el Este de Europa, podría desviarse la atención de lo que ocurre en Venezuela, más aún con posibles pérdidas económicas ocasionada por el conflicto y que, podrían llevar a la escalada del discurso antiestadounidense por parte de los representantes del gobierno.

El venezolano común podría experimentar las consecuencias de la intervención militar rusa en Ucrania al ver disminuido -aún más- su poder de compra, mayor desabastecimiento de combustible, dificultad para acceder a productos de consumo básico, además de otras consecuencias económicas y políticas.

Si bien, Ucrania no nos es tan lejana como algunos llegan a creer, pudiendo este conflicto afectarnos directamente a los venezolanos, es necesario recordar que aún es un conflicto que apenas comienza y las reacciones de occidente se irán conociendo con el devenir de los días y la evaluación de la situación, porque no solo se verán afectados Rusia y sus aliados, Europa y el mundo en general tendrán graves consecuencias económicas de este conflicto.

Desde acá abogamos por retomar la vía diplomática en respeto del Derecho Internacional y del Derecho Internacional Humanitario para evitar un derramamiento de sangre innecesario y remediar las consecuencias políticas y económicas para el mundo.

*Abogado de la UCAB

Alumno de la Fundación para el Progreso (Chile)

Alumno de Cato Institute (EEUU)

Investigador adscrito a la Asociación Civil “Un Estado de Derecho”

Tw: @josegcontrerasb

Ig: @josecontrerasb

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