(07-10-2021). La noche del pasado martes salió a la luz una denuncia efectuada por las jugadoras de la selección femenina de la Vinotinto, en donde acusaron al exentrenador Kenneth Zseremeta de cometer estupro y acoso sexual. Yelena Carpio, consultora jurídica de Tinta Violeta, y Gabriela Buada Blondell, directora de Caleidoscopio Humano, aplaudieron la valentía de las atletas al atreverse a denunciar.
“Apoyamos la valentía que han tenido estas muchachas, y sabemos que esto seguirá existiendo, porque sencillamente las instituciones no se encargan de hacer las investigaciones correctas y pertinentes”, aseguró Blondell.
Carpio, por su parte, explicó que este hecho constituye el delito de acto carnal con víctimas especialmente vulnerables, tipificado en la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Indicó que en este caso hay doble situación de vulnerabilidad para las jóvenes, la primera es la diferencia de edad entre el agresor y las víctimas, lo que le permite manipularlas. “Aquí la violencia se consuma por un acto de violencia psicológica”. La segunda tiene que ver con la jearaquía del victimario en su rol como entrenador.
De acuerdo con Blondell, en muchos casos las víctimas no denuncian antes porque no saben que están siendo víctimas de violencia de género.
“Venezuela tiene una crisis institucional que, de alguna manera, hace difícil que estas denuncias se lleven a cabo como tal. Lo que pasó con la selección femenina del equipo de fútbol es una situación que ya ha venido siendo denunciada. Este tipo de señalamientos habla de patrones de abuso que disminuyen la personalidad de las mujeres jóvenes en espacios `seguros´ como se supone debería ser un cuerpo técnico de la Vinotinto”, comentó.
Destacó que “la crisis institucional que existe hoy en el país hace que una mujer que acude al Ministerio Público a denunciar tenga que pasar por una serie de mecanismos que ya son conocidos y que también son patrones de abuso. Las mujeres normalmente cuando denuncian abuso sexual o situaciones vinculadas a su género son revisadas porque no pueden ir con ropa de casa. No las dejan entrar a los organismos si acuden en minifalda o si están muy descubiertas porque no está permitido entrar así a la institución”.
Manifestó que “también nos encontramos con casos en donde los funcionarios no saben atender las denuncias. Además, las juzgan, les dicen: ´Qué hiciste para que esa persona te abusara´. Las investigaciones no van a su fin. No hay refugios en donde puedan tener a mujeres víctimas de violencia de género, sino que la mujer tiene que entregar la denuncia al victimario. Este patrón representa el quiebre de la institución para hacer la denuncia, algo que se profundizó mucho más en pandemia y que hace que las redes sociales sean la única vía para denunciar, donde te puedes sentir segura”.
Carpio señaló que ir a denunciar es un proceso muy difícil “porque pareciera que tuviese menos valor la palabra de una persona joven que la palabra de un hombre. Todo el proceso de la denuncia suele ser doblemente traumático”.
Agregó que el paso de realizar la denuncia es un acto que requiere mucha valentía. “Lo aplaudimos, lo celebramo, porque las respuestas de la gente son menospreciando la denuncia, son respuestas incrédulas, y eso es muy frecuente en mujeres jóvenes cuando se atreven a denunciar”, aseveró.
“Casi nunca se denuncia al momento porque las víctimas de violencia no tienen las herramientas para identificar que están siendo víctimas de violencia porque estamos en una sociedad que naturaliza toda clase de abusos, incluyendo las violencias sexuales”, enfatizó.
Blondell señaló que “al enterarnos ayer de esta denuncia, lo que hicimos como organización que trabaja por los derechos de las mujeres fue retomar el movimiento Me Too Venezuela, porque no han parado las denuncias de violencia de género, de abuso sexual, han estado escalando”.
La denuncia de las futbolistas
En el comunicado, las jugadoras aseguran que «desde el año 2013 hasta 2017 surgieron numerosos incidentes alrededor de la figura del entrenador».
Detallaron que el ex director técnico de la selección se aprovechaba de su posición de poder y de la falta de recursos económicos de algunas jugadoras para manipularlas.
Además, afirman que Zsemereta abusó sexualmente de una de las futbolistas desde los 14 años hasta el año 2020, cuando fue despedido.
Asimismo, revelan en el documento que el exentrenador mantenía una relación de intrusión sobre la vida sexual de las jugadoras, aunque se trataba de menores de edad.
FVF apoya a las jugadoras
La Federación Venezolana de Fútbol (FVF) manifestó su apoyo a las jugadoras de la selección femenina, al señalar que están comprometidos en hacer valer el respeto hacia la mujer en este deporte.
«Es hora de luchar por el respeto y la equidad», aseguró la Federación.
Actuación judicial
Por este caso, el fiscal general de la administración de Nicolás Maduro, Tarek William Saab, designó al fiscal 79 nacional para investigar los presuntos abusos sexuales cometidos por Zseremeta, y Williams Pino, su presunto cómplice, contra las jugadoras.
Acusaciones desde 2019
Las acusaciones sobre la intrusión y extralimitaciones de Zseremeta en la vida sexual de las jugadoras datan del año 2019, cuando la jugadora Deyna Castellanos comentó en el podcast En defensa propia de Erika de la Vega que se alejó del entrenador luego de percatarse de que su manejo como profesional sobrepasaba las funciones deportivas.
“Él fue mi primer entrador de una forma bastante seria. Construimos una relación bastante buena en lo personal. Era una relación bastante familiar. Muchas veces si él estaba en Maracay, desde mi familia lo invitábamos a almorzar y todo ese tipo de cosas”, indicó.
“Yo fui creciendo. Tuve el mismo entrenador hasta los 16 años. En ese momento me vine a Estados Unidos a estudiar gracias a una beca para jugar con Florida State University. Cuando vine a Estados Unidos viví una realidad que era totalmente diferente a lo que yo pensaba que era normal. Lo que yo veía normal era una locura, como el entrenador metiéndose en mi vida personal, diciendo cosas indebidas, metiéndose en la vida sexual”, dijo.
Aseguró que empezó a distanciarse “porque vi que él estaba haciendo las cosas mal, que estaba abusando de su poder·.
Respecto al despido del entrenador, comentó que: “Ya yo venía con mi propia situación personal con él. No lo quería como entrenador, ni como amigo, ni como nada. En esa circunstancia me entrevistaron y dije: ‘Van a botar a Kenneth, perfecto’. Era perfecto para mí porque ya no tenía relación personal. Ya él no me parecía. Era un buen entrenador, pero no me parecía que iba a seguir llevando lejos a la selección porque ya ni las jugadoras lo respetaban, ni la Federación lo respetaba”,
Asimismo, el 28 de junio de 2020, la psicóloga Alejandra Blasco publicó un comunicado que reveló que sufrió discriminación y acoso laboral cuando trabajó para la selección femenina. Destacó que Zseremeta, tras conocer su orientación sexual, la acusó de querer “convertir” a las jugadoras.
También la futbolista Bárbara Serrano dijo a medios de comunicación que varias de sus compañeras en las selecciones femeninas fueron víctimas de acoso, amenazas y maltrato por parte de Zseremeta.
El despido de Zseremeta
Zseremeta fue despedido de la selección femenina en noviembre de 2017 después de su actuación en los Juegos Bolivarianos de Santa Marta, tras declarar que el resultado del tercer lugar se debió a que las jugadoras tenían signos de desnutrición, reseñaron los medios.
¿Qué hace Zseremeta?
Actualmente el técnico panameño, de 55 años de edad, es agente libre. Su último desempeño laboral fue con la selección femenina de Panamá.
Zseremeta es arquitecto, sin embargo, realizó cursos sobre balompié y entrenó equipos femeninos en Panamá.
En 2006 comenzó a desempeñar sus funciones deportivas en la Universidad Católica Andrés Bello.
En 2008 se convirtió en el técnico de la selección femenina sub-17, lo que permitió que las jugadoras participaran en tres mundiales: Trinidad y Tobago 2010, Costa Rica 2013 y Jordania 2016.
Con esta selección obtuvo medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
En 2014 trabajó con la selección femenina sub-15, que clasificó al Mundial Sub-15 de China. Ese mismo año fue condecorado con la Orden Francisco de Miranda.