ONG alerta del aumento de la represión contra periodistas en Cuba

Fuente: Efecto Cocuyo

La pandemia de Covid-19 y las protestas sociales del último año han elevado la represión del Estado cubano contra periodistas y activistas, en especial las mujeres, denunció este martes la ONG mexicana Artículo 19.


(20-01-2022). Según el informe “La democracia de papel”, este colectivo en defensa de la libertad de prensa registró en la isla en el primer semestre de 2021 un total de 656 agresiones contra de 84 periodistas, activistas, defensores de derechos humanos y artistas. De ellas, el 49 % se dirigieron a comunicadores de medios independientes.

Esto quiere decir, según Articulo 19, que en 2021 un informador atacado medio sufrió ocho agresiones, cuando en 2019 el promedio del colectivo eran cinco.

Según se desprende del texto, las formas más comunes de represión fueron el arresto domiciliario, las detenciones arbitrarias y las campañas de desprestigio desde el Estado.

«En Cuba (…) si publican tu imagen bajo una construcción orwelliana en cualquiera de estos medios (oficiales) y si te hacen ver como un ‘mercenario’, como un ‘agente de la CIA’ (…) la mayoría de la nación te dará la espalda», explicó el periodista independiente Abraham Jiménez en un artículo para The Washington Post que retoma el informe.

En el texto también se alerta sobre la «agresividad» con la que reaccionan las autoridades cuando se informa sobre la crisis sanitaria y sus consecuencias sociales.

«La cobertura de la pandemia y su gestión en la isla ha generado que el Estado genere todas las formas de represión, que acciona de manera sistemática», señaló en entrevista con Efe Leopoldo Maldonado, director de la ONG para México y Centroamérica.

El estudio también destaca que se han usado las restricciones sanitarias de la pandemia como pretexto para amedrentar a comunicadores.

Control de internet 

Artículo 19 denunció asimismo el control de internet por parte de las autoridades cubanas, una práctica que aseguran es contraria a la Constitución de 2019, que garantiza la libertad de expresión y de asociación.

Las leyes secundarias que se desarrollan en la Constitución dejan en la práctica sin efecto estas garantías, considera el informe.

Por ejemplo, los periodistas sólo pueden trabajar en medios dados de alta ante el Gobierno, lo que de acuerdo con la ONG mexicana, permite el hostigamiento de cualquier medio independiente. Además, la legislación cubana prohíbe el hospedaje de sitios de internet en servidores extranjeros.

La aplicación de las leyes, alertó Maldonado, «es una forma de justificar legalmente lo que se ha venido dando durante décadas: la persecución sistemática a las voces disidentes».

Pero estas normas, además de afectar a periodistas y activistas, también impactan en el ciudadano de a pie, argumenta Artículo 19.

El documento cita el caso de José Aguilar González, una persona que fue multada con 3.000 pesos cubanos (120 dólares) por publicar un video en internet en que mostró los riesgos de contagio de la Covid-19 que sufren las personas que viven en la calle.

Violencia machista y vicaria 

En las agresiones que ha documentado Artículo 19 se puede apreciar que afectan especialmente a las mujeres. Según el informe, si el periodista atacado sufrió una media de 8 agresiones en 2021, en el caso de las mujeres esta cifra se eleva a 11.

La organización destaca no solo el mayor número de agresiones, sino también su naturaleza. Una de las formas, alerta la ONG, es la amenaza de retirarles la patria potestad de sus hijos, y cita el caso de la periodista independiente Yadisley Rodríguez Ramírez.

“Según ellos (los agentes del Estado) yo no tengo buena capacidad para atenderlos (…) ni les estoy inculcando buenas ideas”, dijo Rodríguez en declaraciones a Cubanet según recoge el informe.

Además, las campañas de desprestigio en el caso de las mujeres se concentran más en descalificaciones como ser “prostitutas” en lugar de acusarlas de ayudar a un Gobierno extranjero o ser “un espía”, como sucede habitualmente con los hombres.

Otra actuación contra las activistas y periodistas que denuncia la ONG es obligarlas a desnudarse y ponerse en cuclillas cuando están detenidas. 

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