El Observatorio Venezolano de Finanzas aseguró que esta desaceleración corresponde a la preciación del tipo de cambio en 0,12 %, a la contracción de la demanda asociada a la fijación del tipo de cambio como estrategia de contención inflacionaria y a la caída del Gasto Publico
(06-12-2023) El Observatorio Venezolano de Finanzas dio a conocer el monitoreo inflacionario correspondiente al mes de noviembre del año 2023.
De acuerdo con la organización, el décimo primer mes del año, registró una inflación del 1,8 %, «convirtiéndose en la más baja de los últimos siete años», destaca.
Sin embargo, la canasta alimentaria para el mes de noviembre aumentó a USD $ 387, 8 dólares más que en el mes de octubre.
De acuerdo con el ObservaFinanzas, el Rubro Restaurantes y Hoteles registró una deflación de -2,4 %, mientras que en Salud y Bebidas Alcohólicas Y Tabaco no registró aumento (0 %), la educación aumentó 0,1 %, Vestido y Calzado 0,2 %, el alquiler de viviendas aumentó un 1 % y el equipamiento del hogar registró una variación del 1,4 %.
Por su parte el rubro de los bienes y servicios diversos aumentó en un 1,5 %, los alimentos y bebidas no alcohólicas subieron 2,1 %, los servicios 3,1 %, el esparcimiento 3,5 % y servicios de comunicación 5 %.
«Las causas de esta desaceleración se pueden atribuir a la apreciación del tipo de cambio en 0,12 %, a la contracción de la demanda asociada a la fijación del tipo de cambio como estrategia de contención inflacionaria y a la caída del Gasto Publico«, señalan desde la organización.
Además, destacan que «históricamente noviembre es un mes con fuertes presiones inflacionarias estacionales, este resultado debe prender alarmas relativas a un proceso contractivo, en un entorno de levantamiento temporal y parcial de las sanciones sobre PDVSA».
En cuanto a la inflación interanual y la acumulada durante el 2023, el Observatorio Venezolano de Finanzas las ubicó en 286 % y 181,6 %, en ese orden.
A pesar de esta aparente desaceleración de la inflación, en Venezuela el poco poder adquisitivo de los venezolano, lleva a que derechos como la alimentación, la salud y la educación, no puedan ser cubiertos por muchas familias que ven como sus derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA), son vulnerados sin que existan políticas públicas acertadas para revertir esta situación.
El sueldo mínimo oficial sigue estancado, desde hace más de 20 meses, en 130 bolívares que equivalen a poco más de 3.5 dólares americanos y, quienes lograron dolarizar su trabajo o reciben algún tipo de remuneración extra, de igual forma sufren los efectos de una economía tambaleante y frágil.
