Embarazo

«Nadie te manda a abrirle las piernas a un hombre»: el drama cultural de la violencia obstétrica en un hospital de Venezuela

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la violencia obstétrica como “toda acción u omisión por parte del personal médico y de salud que dañe, lastime, denigre o cause la muerte a la mujer durante el embarazo, parto y puerperio”

NTN24 (Reportaje publicado en marzo de 2024)

(06-11-2024) En un trabajo de la periodista Nayrobis Rodríguez para IpysVenezuela, se exponen testimonios de violencia obstétrica en las salas de parto del Hospital Universitario Antonio Patricio de Alcalá, en Cumaná, estado Sucre.

Cita también el estudio que realizó la enfermera, abogada e investigadora Luisa Urbaneja Castillo en 2010 sobre estos abusos y cómo la situación no solo se ha mantenido sino que se ha agravado.

Los hallazgos de la investigación fueron publicados en el libro «Primer Estudio sobre Violencia Obstétrica: Sala de Obstetricia del Servicio Autónomo Hospital Universitario Antonio Patricio de Alcalá».

Un 55% de mujeres consultadas a las que se les practicó cesárea sin su consentimiento, 97% de mujeres que dieron a luz a través de parto natural en posición supina con las piernas levantadas, siendo esta la postura menos recomendada para el parto.

Otros resultados indicaron que en la sala de parto, al 56% de las mujeres se les negó acercamiento inicial con el bebé y no pudieron verlo o tocarlo momentos después de dar a luz. A un 50% de las gestantes se les aplicaron técnicas de aceleración del parto sin su consentimiento. El 40% de las encuestadas aseveró haber recibido maltrato verbal y psicológico por parte de personal de salud.

En el reportaje del Ipys citan a Estela (nombre ficticio a petición de la fuente para evitar represalias), una enfermera con más de tres décadas de servicio en el hospital de Cumaná y colaboradora de la investigación de Urbaneja.

«Es cultural», admite cuando se habla del maltrato a las parturientas.

«No son solo las enfermeras y médicos, el maltrato a la embarazada está normalizado y empieza desde que llegan al área de admisión y se extiende hasta el puerperio. Ahí participan todos, el del ascensor, el vigilante, la secretaria o la que hace limpieza. No ocurre en todos los casos pero sí en la mayoría».

Pero el espíritu del trabajo reciente lo tipifica el testimonio de la joven de 22 años Isamar Reyes quien vivió una pesadilla el pasado el 23 de noviembre de 2023 cuando acudió al hospital a esperar el nacimiento de su hija Isabel.

Ese día fue víctima de violencia obstétrica.

«Me dolió mucho parir y lloré, no dilataba lo suficiente y los tactos me dolían, pero una enfermera me decía que nadie me mandó a abrirle las piernas a un hombre y salir preñada. Me trataban mal, varios médicos me abrían las piernas y metían dedos y lo sentía muy doloroso. Yo lo decía y me respondían que yo era una floja», cuenta la joven.

Isamar Reyes vive con su herida y no se atreve a hacer la denuncia. «¿Para qué? No fuí la única que pasó por eso y seguramente habrá más mujeres».

Para ver el trabajo completo puedes entrar AQUÍ.

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