Migrantes

Las claves de medida para que migrantes venezolanos puedan trabajar en Estados Unidos

472.000 venezolanos podrán acogerse durante 18 meses a un amparo migratorio

El Tiempo de Bogotá

(23-09-2023) Estados Unidos anunció este miércoles que permitirá que 472.000 venezolanos puedan acogerse durante 18 meses a un amparo migratorio que les otorga permiso de residencia y trabajo.

El gobierno del presidente Joe Biden prolongó y reasignó el Estatus de Protección Temporal (TPS) para los venezolanos que se encuentren en el país desde antes del 31 de julio de 2023, informó este miércoles el Departamento de Seguridad Interior (DHS).

El secretario de Seguridad Interior Alejandro Mayorkas tomó la decisión «debido a la creciente inestabilidad y falta de seguridad en Venezuela», añadió. Hay unos 242.700 beneficiarios del TPS bajo la designación existente y gracias a la reasignación alrededor de 472.000 venezolanos adicionales podrían pedir este amparo, precisó en un comunicado.

El programa fue establecido por el Congreso para ciudadanos extranjeros que no pueden regresar de manera segura a su país debido a desastres naturales, conflictos armados u otras condiciones extraordinarias.

Estados Unidos considera fraudulenta la reelección de Maduro en 2018 y designó por primera vez a Venezuela para el TPS en 2021. El TPS «brinda a las personas que ya se encuentran en Estados Unidos protección contra la expulsión cuando las condiciones en su país de origen impiden su regreso seguro», declaró Mayorkas, citado en el texto.

«Es la situación en la que se encuentran los venezolanos que llegaron aquí el 31 de julio de este año o antes» pero «es fundamental que los venezolanos comprendan que aquellos que llegaron aquí después del 31 de julio de 2023 no son elegibles para dicha protección», advierte. «Serán expulsados si se determina que no tienen una base legal para quedarse», añade.

Ciudades bajo presión

Los solicitantes de TPS bajo la nueva designación deben demostrar que son ciudadanos venezolanos (o personas sin nacionalidad con última residencia habitual en Venezuela), que han vivido continuamente en Estados Unidos desde el 31 de julio de 2023 y que cumplen con otros criterios que se detallarán próximamente, informa el gobierno.

El presidente demócrata Joe Biden llevaba semanas bajo presión, primero de varias ciudades como Nueva York abrumadas por la cantidad de migrantes que llegan, muchos de ellos venezolanos.

El alcalde de Nueva York, Eric Adams, pidió en agosto al gobierno federal que acelere los permisos de trabajo. Y es que con más de 100.000 solicitantes de asilo llegados desde abril del año pasado, la ciudad, obligada por ley a proporcionar un techo a todo el que lo solicite, se enfrenta una crisis sin precedentes.

Además, en julio una veintena de senadores, todos ellos demócratas menos uno, pidieron a Biden que reasigne el TPS a venezolanos y nicaragüenses. Los senadores acusan al gobierno venezolano del presidente Nicolás Maduro de abusos de los derechos humanos, de haber encarcelado «a unos 245 presos políticos» y de inhabilitar a opositores políticos para que no puedan presentarse a las elecciones.

La situación entre Estados Unidos y el gobierno venezolano es tensa, pero desde hace un tiempo Washington se ha mostrado dispuesto a levantar de manera progresiva las sanciones financieras que impuso al país si toma medidas que conduzcan a elecciones libres y justas el año que viene. Lo repitió este miércoles Biden, según la Casa Blanca, durante una reunión con su homólogo brasileño Luiz Inácio Lula da Silva al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.

El silencio de Venezuela ante la crisis migratoria en el Tapón del Darién

La crisis de migrantes atravesando la selva del Darién parece preocupar a varios gobiernos –incluyendo Colombia, Panamá y Estados Unidos- menos al de Venezuela, país del que se reporta una gran cantidad de personas cruzando la peligrosa jungla.

En días recientes se han reportado nuevas cifras sobre migrantes, así como las actividades lucrativas que se estarían desarrollando en todo el corredor que solo el año pasado dejó unas 140 personas muertas, según cifras de la Organización Internacional de las Migraciones.

Según la Plataforma R4V de las Naciones Unidas, 7’710.887 venezolanos han salido del país en los últimos años, siendo un éxodo significativo. Otras cifras oficiales revelan que en este 2023 han cruzado por el Darién 350.841 personas, en su mayoría venezolanos.

Pero no todos han logrado el «sueño americano». Un migrante venezolano, cuya identidad no fue revelada, contó cómo una familia conformada por papá, mamá y su pequeña hija trató de atravesar la selva, la niña cayó en uno de los ríos y falleció arrastrada por la corriente, lo que llevó a ambos padres a ahorcarse de la desesperación.

Este testimonio fue presentado en el reciente informe de la organización venezolana Caleidoscopio Humano y su proyecto DescaVe, el cual está monitoreando el proceso migratorio que vive el país y que parece no acabar.

El informe asegura que los migrantes cuentan cómo aquellos que se lesionan, con esguinces, fracturas, o heridas abiertas, “son abandonados a su suerte y suelen morir de frío, hambre, o ataques de animales salvajes. Además de los abusos sexuales, la total ausencia de atención médica y la inhumanidad de los guías, los grupos de migrantes suelen ser víctimas de robos”.

A pesar de ello, el gobierno venezolano prefiere guardar silencio. El presidente Nicolás Maduro ha «reconocido» la crisis pero a su manera, diciendo que trabaja en un plan de retorno para complementar el que ya existe desde 2018, llamado “Vuelta a la Patria”, en el que según cifras oficiales, han retornado 30.900 venezolanos. Mientras que otros 300.000 han regresado por medios propios.

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