Adam Sandler

La ‘travesía’ que llevó a una joven venezolana a trabajar con Adam Sandler

Inició con una audición en su cuarto y ahora trabaja con una estrella de Hollywood.

El Tiempo

(26-02-2022) Desde pequeños nos han enseñado que el trabajo duro y el esfuerzo siempre rinden frutos. Esta es la historia de Andrea Ferrero, una joven venezolana que poco a poco fue construyendo su carrera musical y logró trabajar con su ídolo del cine: Adam Sandler.

Desde pequeños nos han enseñado que el trabajo duro y el esfuerzo siempre rinden frutos. Esta es la historia de Andrea Ferrero, una joven venezolana que poco a poco fue construyendo su carrera musical y logró trabajar con su ídolo del cine: Adam Sandler.

Es una adolescente apasionada por la música. Le encanta cantar y tocar la guitarra, aunque en su país las oportunidades para surgir y triunfar haciendo lo que le gustaba eran muy pocas.

Mediante su cuenta de Twitter, la joven narró cómo practicó día y noche para obtener una beca y poder estudiar en una escuela de artes muy prestigiosa en Boston, Estados Unidos.

La travesía de Ferrero comenzó en su país natal, Venezuela. Desde que tenía 10 años, soñaba con ser una guitarrista famosa, aunque la crisis económica de su país hacía que sus metas fueran casi inalcanzables.

Cuando cumplió 14 años, se integró a varias bandas que le dieron la posibilidad de dar conciertos viajando por Venezuela. A pesar de que ella se sentía muy feliz, sus aspiraciones iban mucho más allá de lo que estaba haciendo.

Desde que comencé en la música siempre había tenido el gran sueño de estudiar en Berklee College of Music en Boston, USA, una de las mejores universidades de música del mundo”, expresó en un trino.

La joven averiguó todas las opciones que tenía para entrar a la escuela de sus sueños, pero lamentablemente su situación económica le puso muchas barreras para inscribirse.

Lo único que pudo hacer fue hacer una audición en línea, aunque el internet de su casa no cumplía con los requisitos que la academia pedía, por lo que se hizo aún más larga su espera.

Es una adolescente apasionada por la música. Le encanta cantar y tocar la guitarra, aunque en su país las oportunidades para surgir y triunfar haciendo lo que le gustaba eran muy pocas.

Mediante su cuenta de Twitter, la joven narró cómo practicó día y noche para obtener una beca y poder estudiar en una escuela de artes muy prestigiosa en Boston, Estados Unidos.

Su historia

La travesía de Ferrero comenzó en su país natal, Venezuela. Desde que tenía 10 años, soñaba con ser una guitarrista famosa, aunque la crisis económica de su país hacía que sus metas fueran casi inalcanzables.

Cuando cumplió 14 años, se integró a varias bandas que le dieron la posibilidad de dar conciertos viajando por Venezuela. A pesar de que ella se sentía muy feliz, sus aspiraciones iban mucho más allá de lo que estaba haciendo.

Desde que comencé en la música siempre había tenido el gran sueño de estudiar en Berklee College of Music en Boston, USA, una de las mejores universidades de música del mundo”, expresó en un trino.

La joven averiguó todas las opciones que tenía para entrar a la escuela de sus sueños, pero lamentablemente su situación económica le puso muchas barreras para inscribirse.

Lo único que pudo hacer fue hacer una audición en línea, aunque el internet de su casa no cumplía con los requisitos que la academia pedía, por lo que se hizo aún más larga su espera.

¡No lo podía creer!

Después de lograr tener una mejor conexión, la academia le programó la audición. Para ello, compuso una canción y estuvo cuatro meses practicando. Cuatro meses de arduo trabajo y constancia que serían el principio de su carrera musical.

“Quería dar lo mejor de mí en esos 15 minutos de audición y entrevista. Mostrarles quién era y mi deseo de hacer algo grande con mi música”, afirmó la joven con entusiasmo y decisión.

Fueron varios días en que no recibió noticias de la academia. Aunque cada día que pasaba su angustia era más grande, nunca perdió la fe.

Después de un tiempo, en su correo electrónico recibió una carta en la que decía que le habían aprobado la beca completa para ir a estudiar a Estados Unidos.

“¡No lo podía creer!”, señaló Ferrero en un trino.

Desde ese momento comenzaría una gran aventura. Despedirse de su país y de su familia no fue fácil, sobre todo por la incertidumbre de no saber qué le depararía el destino. “Me tocó ser fuerte y seguir solita mi camino”, dijo.

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