Desechos médicos

La crisis del manejo de desechos médicos en Venezuela: una amenaza latente para la salud pública y el medio ambiente

El Estado debe crear políticas efectivas que permitan hacer un manejo adecuado a los desechos hospitalarios y, de esta manera, disminuir los riesgos de las personas que estén en contacto con ellos

Emmanuel Rivas/Caleidoscopio Humano

(15-07-2023) La crisis del manejo de desechos médicos en Venezuela representa una amenaza latente para la salud pública y el medio ambiente. Así ha quedado en evidencia tras el monitoreo hecho por el equipo de investigación de Caleidoscopio Humano.  

Es preocupante que en algunos hospitales los residuos quirúrgicos y los implementos contaminados se mezclen con la basura corriente y que, además, existan centros de salud donde se debe esperar hasta un mes para que pase el camión recolector de basura, como ocurre en el Hospital Central de San Cristóbal o el Materno Infantil de Caricuao.

Esta es una situación alarmante que se repite en diferentes hospitales del país.

De acuerdo al equipo de investigación de Caleidoscopio Humano, en muchos centros de salud del país, como es el caso del Hospital Clínico Universitario de Caracas, el Domingo Luciani y el Dr. José Gregorio Hernández de Los Magallanes de Catia o del Hospital Rafael Rangel, en Trujillo, los residuos biológicos son arrojados a contenedores a cielo abierto.

Esto es inaceptable y se repite a lo largo del país, aun cuando existe la Ley de Gestión Integral de la Basura que expone, de manera explícita, que: “queda prohibida la disposición de residuos y desechos sólidos en vertederos a cielo abierto o en vertederos furtivos”, destacó la organización.

En Venezuela, se estima que cerca del 80 % de la basura que se produce permanece a cielo abierto, lo que genera graves problemas ambientales y de salud pública. Situación que se agrava cuando los desechos provienen de centros hospitalarios.

Los residuos médicos o sanitarios requieren un manejo especializado debido a su naturaleza potencialmente peligrosa; pues, la mezcla de estos residuos con la basura común puede facilitar la propagación de enfermedades y causar daños ambientales significativos.

Además, la crisis generalizada que afecta al país, ha llevado a que sean muchas más las personas que intentan sobrevivir buscando en la basura alimentos o enseres para vender. Estas personas están mucho más expuestas a enfermarse y, por tanto, se incrementan los riesgos sanitarios.

“Cuando las personas recolectoras se exponen a materiales quirúrgicos mal tratados en los vertederos, enfrentan riesgos para su salud como lesiones por objetos punzocortantes, exposición a sustancias químicas, riesgo de infecciones, problemas respiratorios y contaminación generalizada”, señala la ONG.

El manejo incorrecto de los desechos sólidos, además de representar un riesgo a la salud de las personas, se convierte también en una vulneración al derecho a saneamiento que consagran las leyes venezolanas. 

Desde Caleidoscopio Humano destacan la importancia de que, las autoridades con competencia en el manejo de desechos, adopten prácticas adecuadas para la correcta eliminación de desechos médicos, evitando daños a las personas que entran en contacto con ellos y, de igual forma, al ambiente.

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