19/05/2023. Crónica.Uno – En la UCV trabajan actualmente en el desarrollo de un protocolo para la prevención de abuso, acoso y violencia sexual y de género. En los espacios universitarios, las personas LGBTIQ+ también se enfrentan al estigma y los prejuicios por orientación sexual, identidad y expresión de género.
Caracas. El acoso y el estigma son realidades que la población de las personas gais, lesbianas, bisexuales, trans, intersexuales y queers (LGBTIQ+) enfrentan día a día en su vida cotidiana y también en las universidades públicas y privadas del país, espacios que, por el contrario, deben fomentar el respeto, la pluralidad y la diversidad.
Según el último informe del Observatorio Venezolano de Violencias LGBTIQ+, en 2022 se documentaron, al menos, 97 casos de discriminación o violencia contra personas de la comunidad. De 68 víctimas que declararon ser abiertamente LGBTIQ+, 32 % eran adultos jóvenes (de 19 a 26 años).
“El enfoque de derechos humanos dejó de estar dentro de la palestra de la universidad hace mucho tiempo; ahora hay que retomarlo. Hay muchas cosas en las que, como sociedad, hemos avanzado, pero que dentro de la universidad, dentro de la academia, aún se tienen como tabú o mantienen barreras”, dijo María Victoria Restrepo, politóloga e investigadora de la alianza Todos por la Educación.
Restrepo aseguró, en un foro organizado por activistas, estudiantes y miembros de la sociedad civil en la Universidad Central de Venezuela (UCV), que la población estudiantil debe ser partícipe de la promoción de protocolos de prevención y formación en materia de derechos humanos que permitan que las personas LGBTIQ+, y otros grupos vulnerables, vayan a las universidades sin temor a ser víctimas de prejuicios.
La defensora de derechos humanos forma parte de la comisión que trabaja en el desarrollo de un protocolo para la prevención y sanción del abuso, acoso y violencia sexual y de género en la UCV. En ese espacio, dice que han llegado personas trans “relatando su miedo a ser vulnerados o ser víctimas de un acto de violencia” en su contra.
Foto: Manuel Díaz
La violencia basada en género también afecta a personas LGBTIQ+
Carmen Alicia Dávila, socióloga y activista de la organización Tinta Violeta, señala que muchas de las discriminaciones que afectan a las personas LGBTIQ+ “son un signo o un rastro muy latente de la violencia basada en género, algo que no solamente incumbe o afecta a las mujeres heterosexuales”.
La violencia basada en género es una violencia de tipo correctiva, porque busca corregir a personas que no cumplen con géneros o roles de género socialmente impuestos, que son disruptivas a ese orden establecido socialmente”, dijo Dávila.
Ejemplo de esos actos de violencia o discriminación son los relacionados con prejuicios de la sociedad en función de la expresión y/o la identidad de género de las personas LGBTIQ+. El Observatorio de Violencias reportó que 17 de los casos registrados en 2022 fueron por esas características.
En total, la organización documentó 172 agresiones de distintos tipos, principalmente humillación o ridiculización (61), intimidación o amenaza (35) y dificultad para acceder o permanecer en algún espacio (27).
Foto: Gleybert Asencio
Fomentar el respeto en las aulas de clases
Consultada sobre cómo nombrar a las personas trans estudiantes, sabiendo que hasta ahora no se les permite hacer el cambio legal de su nombre, la psicóloga y profesora jubilada de la UCV, Lucila Trías, dijo que lo ideal es preguntarles cómo quieren ser llamados.
Carmen Dávila, por su parte, enfatizó que lo que deberían hacer profesores y autoridades dentro del espacio académico “es dirigirse desde el respeto” hacia los estudiantes y demás miembros de la comunidad LGBTIQ+.
Trías reiteró que la formación de las personas que forman parte de la comunidad universitaria y la prevención de actos de discriminación o violencia deben ir de la mano, tomando en cuenta que la sociedad venezolana aún arrastra prejuicios basados en sexismo y machismo. Para ello, destacó la importancia de que los estudiantes participen en la dinámica política universitaria y denuncien los actos discriminatorios.
La psicóloga destacó que es importante que dentro de las comunidades universitarias se creen y fomenten grupos de apoyo a los que las personas LGBTIQ+ puedan acudir para que, además de visibilizar sus denuncias, puedan ser acogidas y comprendidas y disminuir el estigma.
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