06/05/2023. Hispano
La Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela (UCV), al igual que otras casas de estudios, continúan enfrentándose a la falta de presupuesto universitario, escasos salarios y ”deplorables” condiciones para el desarrollo de investigaciones.
Ante ello, los profesores e investigadores han tenido que recurrir a mecanismos internacionales para impulsar sus proyectos y estudios.
«Como se dice en términos coloquiales: estamos haciendo milagros con los pocos recursos que hay para la investigación», expresó Juan Fernando Marrero, director del Instituto de Economía Agrícola y Ciencias Sociales de la UCV en Maracay, estado Aragua.
«Los profesores estamos tratando de ubicar las convocatorias a proyectos de investigación, especialmente internacionales, que son muy competitivas, porque a nivel nacional prácticamente hay muy pocas o son de montos relativamente pequeños», pero «con toda seguridad, si tuviéramos el presupuesto asignado, se realizarían mucho más», enfatizó Marrero.
Para el profesor universitario y aspirante al Decanato de la UCV en las venideras elecciones universitarias, «no sería justo decir que no se está haciendo nada, pero ese mucho o poco que se hace, depende más de la voluntad de los propios profesores e investigadores que del mismo Estado».
La administración de Nicolás Maduro, que mantiene de excusa el tema de las sanciones económicas para el desarrollo de la nación petrolera, ha dejado prácticamente sin recursos a los Consejos de Desarrollo Científicos y Humanísticos (CDCH), que anteriormente financiaban las investigaciones y estudios de posgrado de los profesores en materia agrícola.
Entre los proyectos que desarrolla la UCV en Maracay, de acuerdo con Marrero, está uno que involucra a la Facultad de Agronomía, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) y el Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (Insai) para atender el problema del hongo fusarium que ataca a las musáceas del plátano y cambur.
Con los recursos de este proyecto se logró hacer un diagnóstico para determinar la incidencia de este hongo en los estados centrales del país: Aragua, Carabobo y Cojedes. Adicionalmente se está extendiendo a la zona del Sur del Lago de Maracaibo, en el Zulia, «donde hay una buena producción de musáceas», dijo Marrero.
«En este proyecto se involucraron varios investigadores de nuestra Facultad de Agronomía y un laboratorio especializado en el diagnóstico de enfermedades de las plantas, que es el Laboratorio de Fitopatología que está adscrito a uno de los institutos de investigación, que es el de Botánica Agrícola», indicó.
Otro de los proyectos que se están desarrollando con recursos internacionales es a través del Instituto de Genética para la certificación de caraotas. «Esto se hace con recursos de la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura)», añadió.
Marrero destacó que «con toda seguridad, a escala individual e incluso grupal, los profesores también están haciendo sus investigaciones y muchas veces se ven reflejadas en las tesis que tutoreamos, tanto a nivel de pregrado como a nivel de postgrado».
Otras iniciativas de investigación
Los profesores del Instituto de Química y Tecnología también están desarrollando algunas líneas de investigación acerca de biofertilizantes, bioestimulantes, toxicología, ecotoxicología, aditivos enzimáticos y alimentos, que son importantes y de utilidad para el sector privado de la agroindustria en Venezuela.
A pesar de la crisis financiera y los obstáculos que enfrenta la Facultad de Agronomía de la UCV en Maracay, Marrero señaló que esta escuela dispone de una serie de plantas de alimentos, como plantas de lácteos, entre otros.
«Se hacen las investigaciones puntuales en el caso de los celiacos, que es una condición de ciertas personas que no pueden absorber el gluten. El próximo 5 de mayo hay un evento en relación con el desarrollo y elaboración de alimentos especialmente para las personas que tienen esa condición», informó el experto.
Otra de las iniciativas que ha tenido la Facultad de Agronomía de la UCV, es dictar algunos cursos presenciales o a distancia, con el objetivo de obtener un poco de ingresos «para cubrir al menos lo que es el montaje del curso y que quede algo para los laboratorios o institutos que los dicta», expresó.
Exhorto al Ejecutivo de garantizar el presupuesto para el desarrollo de las investigaciones
Marrero señaló que, anteriormente, el Consejo de Desarrollo Científico y Tecnológico de la UCV disponía de un presupuesto que incluso permitía financiar estudios de posgrado de cuarto nivel a profesores e investigadores en el extranjero o en universidades nacionales, «pero ahora está en cero los recursos», lo que imposibilita financiar investigaciones individuales o grupales en materia agrícola.
En ese sentido, exhortó al Ejecutivo nacional a entender la importancia de garantizar un presupuesto adecuado a las universidades públicas y autónomas del país, así como garantizar el presupuesto para las investigaciones dentro de estas casas de estudios.
«Los laboratorios están tratando de reacondicionarse, de mejorar las dificultades, en la medida que se consiguen recursos por vía de la donación, cursos, entre otros. Pero la situación ciertamente es muy precaria, una carencia muy profunda de recursos para la investigación”, dijo,
Agregó que no hay los insumos necesarios, el acondicionamiento de los laboratorios y equipos se hace muy cuesta arriba y “realmente es una situación que uno lucha por cambiar y que debe cambiar en algún momento, y eso debería entenderlo el Estado, que un país no puede desarrollarse sin investigación, sin una educación adecuada a los estándares de calidad».
El profesor universitario insistió en que los profesionales y los investigadores de la UCV hacen «muchísimos esfuerzos para llevar adelante sus investigaciones, que muchas veces no son en las condiciones ideales que uno quisiera, pero con mucha voluntad y esfuerzo, vinculándose con el sector privado o instituciones internacionales para desarrollar sus trabajos».
A criterio de Marrero, el incumplimiento del Estado en financiar adecuadamente la educación en general del país, así como los proyectos de investigación agrícola, más los precarios salarios de todo el personal que labora en las universidades, la crisis política, institucional y económica del país, han ocasionado una migración importante de profesionales.
«Profesores, personal administrativo, auxiliares, obreros y estudiantes se han ido de las universidades. Esto ha llegado al punto que se ha reducido la plantilla a una peligrosa cantidad de profesores que estamos muy mal pagados y que estamos aguantando con mucha voluntad, todavía deseando y esperando un cambio radical en la política educativa y económica actual», sostuvo el profesor.
La Facultad de Agronomía de la UCV cuenta con nueve institutos de investigación y cada uno tiene su especialidad, pero la crisis en el sector los ha llevado al precipicio, según Marrero.
«En general, la investigación en la Facultad de Agronomía es el reflejo de toda la Universidad Central de Venezuela y de todas las universidades. Es una situación muy complicada y compleja porque desafortunadamente los recursos para la investigación están prácticamente reducidos a la mínima expresión», puntualizó.