Universitarios enfrentan múltiples dificultades para cubrir sus gastos de estudio. Las universidades autónomas ya no ofrecen los beneficios de transporte, comedor y becas que años atrás disfrutaban, incluso, quienes hoy ejercen altos cargos en el país. En contra parte, las universidades privadas tienen costos casi imposibles de pagar por una familia promedio
Caleidoscopio Humano
(21-11-2024) Desde que en 1870 el presidente Antonio Guzmán Blanco decretara la educación pública, gratuita y obligatoria, mucho ha cambiado.
Aunque este decreto iba dirigido, principalmente a la educación básica, marcó el camino para que miles de estudiantes ingresara al sistema universitario. Incluso, fue un avance significativo con respecto a los países europeos más avanzados de la época.
154 años después, no solo hay más de tres millones de niños, niñas y adolescentes fuera del sistema educativo venezolano; también hay miles de jóvenes que no han podido completar sus estudios universitarios debido a la crisis económica y social que afecta el país.
Para José Varela, estudiante de Derecho en la Universidad de Los Andes (ULA) y coordinador del movimiento estudiantil Equipo 10, hoy en día ser estudiante es bastante difícil.
«Querer graduarse, continuar formándose y querer ejercer una profesión en Venezuela es un tema que requiere de mucho análisis, pues, dada la crisis, la situación política, económica y social que tenemos a nivel nacional, muchos jóvenes se ven en la obligación de abandonar sus estudios, de migrar, de dejar de estudiar para ayudar en la economía de sus casas (…)», dijo el dirigente universitario.
Valera agregó que se debe honrar a todos los jóvenes que hoy siguen apostando por mantenerse activos en las universidades del país, «es importante que recordemos la lucha estudiantil a lo largo de los años y que han abogado no solo por la democracia en el país, también por universidades de puertas abiertas democráticas, plurales y, sobre todo, libres».
En agosto pasado, el Observatorio Universitario alertó que gran parte de la comunidad universitaria del país debe recurrir a turnos de empleo para poder costear los gastos educativos.
Al menos el 70 % de los estudiantes universitarios trabajan para poder cubrir los costos relacionados a la carrera, destacó la organización.
Los estudiantes universitarios “ya no cuentan con las providencias estudiantiles que otrora brindó el sistema de educación superior”, explicó Carlos Meléndez, presidente del Observatorio Universitario en entrevista con Unión Radio, agregando que el 96 % de los estudiantes de universidades públicas no cuentan con comedores, mientras que 86 % no cuentan con transporte universitario.
Además, señaló el experto que el 90 % de los estudiantes universitarios no cuentan con el pago de beca por estudio y quienes la reciben, perciben menos de 5 dólares.
Carmen Rincón es estudiante de Artes Escénicas, también en la ULA. Para ella conmemorar el día del estudiante hoy, no solo representa la lucha estudiantil sino también el sacrificio de miles de estudiantes tanto de bachillerato como de universitarios que hoy no pueden gozar de los beneficios que les garanticen una educación de calidad.
«Lamentablemente hoy los beneficios estudiantiles no se cumple de la mejor manera -para no decir que son inexistentes- hoy nuestras universidades se están prácticamente cayendo y nosotros mismos, como estudiantes, tenemos que elegir si pagamos un pasaje, sacamos una fotocopio o si simplemente asistimos o no a clases porque no tenemos los medios para ello», dijo la joven que también es abogada.
Agregó que la vulneración del derecho a la educación, es una situación de años que ha llevado a que las aulas de clases se hayan vaciado. La matricula de las universidades ha disminuido considerablemente (…) hoy no todos los jóvenes tienen la oportunidad de formarse en nuestras casas de estudio. Es una situación que no debe normalizarse, pues va en detrimento de la formación ciudadana, académica e intelectual del país», dijo la estudiante.
Sin duda, estudiar en Venezuela es una acto resistencia y también de fortaleza.
Las universidades públicas sobreviven con presupuestos que difícilmente cubren el 1 % de sus requerimientos, a pesar de esto, siguen apareciendo en rankings internacionales.
Su autonomía ha sido vulnerada de manera reiterada y, sin embargo, siguen siendo espacios democráticos, donde las ideas de miles de jóvenes confluyen con la esperanza de encontrar un mejor país donde ejercer.
Sus profesores, muchas veces sin comer y con los zapatos rotos, cumplen a cabalidad su compromiso de formar a las futuras generaciones.
Hoy, Día del Estudiante Universitario, desde Caleidoscopio Humano nos ponemos de pie para conmemorar, celebrar y aplaudir a quienes siguen apostando -desde sus espacios- por la universidad venezolana.