Pacientes críticos esperan meses por una neurocirugía en hospitales como el Pérez Carreño, por falta de cupos y equipamiento en el área de terapia intensiva. En muchos casos, familiares deben reunir dinero para alquilar equipos, pero ni así se garantiza la operación
(24-03-2025) Durante dos meses, Alberto* ha permanecido hospitalizado en el servicio de neurocirugía del Hospital Pérez Carreño, específicamente en el tercer piso. A pesar de necesitar urgentemente una intervención quirúrgica para tratar un tumor cerebral, su operación ha sido postergada debido a la falta de disponibilidad de camas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
El tumor que afecta a Alberto le ocasiona intensos dolores de cabeza y severas convulsiones. Desde su ingreso el 10 de enero pasado, únicamente ha recibido tratamiento paliativo. Inicialmente, los médicos retrasaron la cirugía porque su familia no contaba con un equipo de monitoreo multimodal, valorado en $3500.
“Ya tenemos el dinero. Pero el obstáculo ahora es la escasez de camas en UCI, y él necesita un cupo”, expresó con desesperación Melva*, madre de Alberto.

Mientras espera un cupo en terapia intensiva, Alberto permanece en una cama del área de neurocirugía. Con cada día que pasa, el tumor evoluciona, las convulsiones aumentan en intensidad, y la incertidumbre crece tanto para él como para sus familiares.
Camas insuficientes
Jaime Lorenzo, director de la Organización No Gubernamental Médicos Unidos por Venezuela, explicó que las limitaciones en las operaciones de neurocirugía se deben a la complejidad y duración de las intervenciones, junto con la crítica escasez de camas en terapia intensiva.
“Al tratarse de operaciones complejas, requieren como mínimo un día en UCI. Sin embargo, la realidad es que los hospitales sufren un déficit del 50% de camas, agravado por la falta de profesionales capacitados y los problemas en servicios básicos como el agua y la luz”, aseveró.
La historia de Alberto, un joven de 25 años, refleja la fragilidad del sistema de salud en Venezuelal, recalcó Lorenzo. El médico explicó que la falta de camas ha obligado a los pacientes de neurocirugía a someterse a listas de espera de varios meses, lo que pone en grave riesgo sus vidas.
Gasto diario
Aunque Alberto recibe atención médica, sus familiares deben costear todos los insumos necesarios. En 60 días, Melva* ha gastado más de $50 en yelcos, jeringas, mascarillas para nebulizaciones, medicamentos anticonvulsivos y alcohol.
Melva cuestionó por qué su hijo ocupa una cama si el hospital no puede operarlo. “Aquí solo le ponen las soluciones, lo demás corre por cuenta del paciente”, aseguró.
La más reciente publicación de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) reveló que el 67 % de las personas deben adquirir todos los insumos médicos y medicamentos para recibir atención debido a la escasez en los hospitales.

Asimismo, Lorenzo aseguró que la salud en Venezuela ha dejado de ser gratuita, pues los pacientes deben comprar los insumos para ser atendidos, lo que incumple los estándares internacionales de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Planes Quirúrgicos
Desde noviembre de 2023, el Ministerio de Salud implementó el Plan Quirúrgico Nacional en el Hospital Universitario de Caracas, con el objetivo de realizar jornadas semanales de intervenciones médicas y proveer a los pacientes de insumos.
Sin embargo, Mili*, una paciente de 53 años que perdió la movilidad tras una caída, no ha podido ingresar a dos jornadas en el servicio de neurocirugía por la falta de un kit de hemodinamia y un taladro, cuyo costo asciende a $5000.
“Aunque se realizan operaciones, estas se limitan a quienes poseen los recursos. En el caso de mi hermana, nos faltan $1000 para alquilar los equipos. Estoy a la espera de una respuesta de la Bera”,afirmó Alejandra* hermana de Mili, en alusión a una posible donación de parte de la emsabladora de motos Bera.
Para Lorenzo, el plan quirúrgico no cubre las necesidades de los pacientes neuroquirúrgicos debido a la carencia de equipos especializados como microscopios y craneótomos. «Los familiares deben alquilarlo para las intervenciones».
El especialista señaló que los servicios de neurocirugía enfrentan problemas similares a otros servicios hospitalarios, pero con mayor gravedad debido a la ausencia de tomógrafos, equipos de radiografía y otros instrumentos diagnósticos.
“Es más preocupante en este servicio la ausencia de tomógrafos, radiografías y equipos para realizar otros estudios porque limita el diagnóstico de anomalías neurológicas”, puntualizó.
A medias
Andrea* esperó dos meses por una cirugía de columna vertebral en el Hospital Vargas, donde los quirófanos priorizan intervenciones más simples o emergencias críticas.
“Me operaron el 2 de marzo porque tenía todos los insumos, había un cupo en terapia y el médico estaba disponible. Pero en sala hay personas que llevan más tiempo”,relató Andrea mientras espera las curas de los puntos.
Según Andrea, en el Hospital Vargas solo funcionan cuatro de las 14 camas de terapia intensiva, y el servicio opera deficientemente: el aire acondicionado es insuficiente, y los pacientes deben llevar sus propios centros de cama.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Hospitales (ENH), 15 % de los aires acondicionados en áreas de terapia intensiva presentan fallas intermitentes.
Para Andrea, la estadía en una terapia intensiva es difícil. “Los médicos explican que los cupos se reservan para emergencias críticas”.
Sin consultas de Neurología
“No hay servicio de neurología”, respondió la enfermera a quienes preguntaban por las consultas. Añadió que los pacientes que deseen ser atendidos deben dirigirse al edificio externo del hospital Pérez Carreño los lunes y jueves, con cita previa por neurocirugía.
En el Hospital Clínico, los pacientes deben presentarse a las 6:00 a. m., de lunes a jueves, en el servicio de neurocirugía, ya que solo se entregan 15 números para triaje.
“Deben traer una referencia médica y estar atentos, porque hay días en que las consultas se suspenden por plan quirúrgico”,indicó a Crónica.Uno.

En el Hospital Vargas, el servicio está instalado en la sala 10, y los pacientes son atendidos de lunes a viernes. Al ser consultada, la secretaria del área informó que las citas están programadas para el mes de julio.
(*) Se modificaron los nombres de las fuentes por medidas de protección.