Miles de niñas, niños y adolescentes en Venezuela se han visto obligados a cambiar juguetes y útiles escolares por herramientas de trabajo que les permita aportar en sus hogares. Muchos están sometidos a jornadas esclavizantes.
Emmanuel Rivas
El trabajo infantil se incrementó 20% en Venezuela durante la pandemia por Covid19, de acuerdo con el más reciente informe de la ONG internacional World Vision publicado en agosto de 2020. No hay punto de comparación oficial, pues desde el 2007 el Instituto Nacional de Estadística (INE) no publica cifras que den cuenta de la vulneración de los derechos de los niños, niñas y adolescentes (NNA).
Para el 2007 se estimaban que más de 81mil niños, niñas y adolescentes en edades comprendidas entre los 10 y 17 años edad realizaban algún tipo de trabajo forzosos en el país.
En conmemoración del Día contra la esclavitud infantil, el activista de Caleidoscopio Humano, Yendri Velásquez, entrevistó en Instagram Live a Carla Serrano, profesora de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y secretaria general de la Red por los DDHH de Niños, Niñas y Adolescentes (Redhnna) para conversar de la ausencia de cifras oficiales y la documentación de casos relacionados a la explotación y el trabajo infantil en Venezuela.
Bajo el título «Esclavitud infantil en Venezuela: ¿mito o realidad?», Carla Serrano alertó sobre el aumento del trabajo infantil y aseguró que «hay un contexto bien complejo donde, la Emergencia Humanitaria Compleja lleva a la realización de jornadas laborales esclavizantes. Esto nos debe alertar porque los niños no escapan a esta realidad».
“Los niños, niñas y adolescentes se han visto obligados a abandonar el sistema educativo para aportar en sus hogares, sometiéndose a jornadas laborales que ponen en riesgo su condición y aumentan sus vulnerabilidades. La norma indica que los niños, niñas y adolescentes no deben trabajar, sin embargo, existen excepciones sin que afecte su condición, sus estudios y su dignidad como menores de edad», aseguró la especialista.
Para Carla Serrano, el sistema de protección a los infantes está profundamente debilitado, “lo que ha dejado a niños, niñas y adolescentes a la ley de Dios, ya que las pocas políticas para atender a los menores no se han mantenido en el tiempo y tampoco han abarcado sus necesidades».
«El Estado debe ser consciente de la cantidad de NNA que se ven obligados a abandonar la escolaridad para aportar dinero a sus hogares en medio de la crisis. Muchos no tienen alimentos, ni las mínimas condiciones para vivir. El Estado venezolano debe asumir su responsabilidad y crear programas que proteja a los niños del trabajo forzoso, la explotación sexual y la prostitución, la trata y otros tipos de esclavitud moderna», dijo.
En la conversación realizada a través de Instagram, Serrano se refirió a la grave situación que se presenta en el arco minero, donde, niñas pertenecientes a grupos indígenas son secuestradas, vendidas, violadas y obligadas a prostituirse, “es una realidad y debe visibilizarse”, destacó.
“…lápices en sus manos, no herramientas”.
El Día Internacional contra la Explotación Infantil se conmemora en honor a Iqbal Masih, un niño pakistaní que fue vendido por su padre cuando tenía 4 años, siendo víctima de explotación laboral, golpes y maltratos.
En 1992, con 10 años de edad, Iqbal logró escapar convirtiéndose en un activista de la lucha contra la esclavitud infantil. Fue asesinado cuando tenía 12 años.
Los Estados son los garantes de los derechos de los NNA para una vida que incluya acceso a la educación, la salud y la recreación. No podemos aceptar el trabajo infantil, no es digno. Que la historia de Iqbal no se siga repitiendo, que si se cansan solo sea de jugar.
«Los niños deben tener lápices en sus manos, no herramientas», Iqbal Masih.