La artista venezolana fue ahorcada y enterrada en el patio trasero de una vivienda
(28-06-2024) Casi seis meses han pasado del asesinato de la venezolana Julieta Hernández Martínez, una actriz circense de 37 años de edad, quien fue hallada muerta en el estado brasileño de Amazonas.
Hernández estuvo desaparecida durante 13 días tras emprender un viaje con dirección hacia Venezuela en bicicleta, hasta que el 5 de enero la policía civil encontró su cuerpo semienterrado a la vera de un río en la localidad de Presidente Figueiredo.
De acuerdo con las investigaciones, la venezolana fue abusada sexualmente, torturada y después ahorcada y enterrada.
El 26 de junio, su hermana Sophia Hernández denunció que el caso está siendo manejado por las autoridades brasileñas como un robo y no como un femicidio.
“Julieta llegó a esa ciudad Presidente Figueiredo porque venía con la excusa de llegar a Venezuela para visitar a mi madre en Puerto Ordaz y expandir su arte y proyecto en el país, pero una pareja la asesinó en un centro cultural donde ella se iba a quedar una noche y terminó quedándose dos”, señaló la hermana de la víctima en una entrevista para la emisora radial Onda.
Avances en el caso de Julieta Hernández
Sophia Hernández agregó que las autoridades están evitando dañar la reputación de la ciudad, considerada como turística.
“Los responsables van a ser juzgados por robo. Quieren tapar el crimen, hacerlo ver como un robo en vez de homicidio. Mi hermana fue víctima de uno de los peores femicidios ocurridos en Brasil, además con rasgos de xenofobia”, acotó la familiar de la venezolana.
Agregó que Julieta era reconocida como veterinaria, artista multifacética, payasa, activista defensora de los derechos humanos y promotora del uso de bicicletas como medio de transporte, más allá del deporte, por lo que siguen en una lucha para que se haga justicia.
“Estuve en Brasil hace unas semanas, logrando el apoyo del Ministerio de la Mujer, del Consejo Nacional de Derechos Humanos. La idea es reclasificar hacia el femicidio para por lo menos honrar la vida de mi hermana y hacer justicia”, indicó Hernández.
Reiteró que el móvil no fue el robo, porque sus pertenencias solo fueron ocultadas por los responsables para no ser involucrados.
“El celular no lo vendieron, ni siquiera lo desbloquearon, fue un acto de odio hacia la mujer y de xenofobia”, aseguró la hermana de Julieta Hernández.
El 29 de junio se realizará una bicicletada desde la avenida México con rumbo a la Casona Cultural, en Caracas, para hacer un homenaje a la artista venezolana asesinada en Brasil.
Responsables del homicidio
Los responsables del feminicidio fueron identificados por las autoridades como Deliomara dos Anjos Santos, de 29 años de edad, y Thiago Agles da Silva, de 32.
De acuerdo con la información ofrecida el 8 de enero por Valdinei Silva, jefe de la trigésima séptima Comisaría Interactiva de la Policía (DIP, por sus siglas en portugués), todo comenzó cuando Da Silva intentó robarle el celular.
“La víctima dormía en una hamaca en el balcón del lugar, cuando Thiago tomó un cuchillo y se acercó a ella para robarle el celular. Se pelearon físicamente, él la estranguló, la tiró al suelo y le pidió a Deliomara que le atara los pies. Luego la arrastró hasta la casa, le pidió a su esposa que apagara las luces y comenzó a abusar sexualmente de la víctima”, narró el comisario.
Según las investigaciones, después de que la esposa presenció el incidente, les arrojó alcohol a ambos y les prendió fuego. Da Silva logró apagar el fuego con un paño húmedo y fue a un hospital para recibir atención médica y mientras tanto su mujer colgó a Hernández Martínez con una cuerda y luego la enterró en el patio trasero.
Hallazgo del cuerpo de la venezolana Julieta Hernández
Las autoridades explicaron, en rueda de prensa, que la víctima fue hallada gracias a la denuncia de un vecino del lugar que vio partes de una bicicleta y llamó a la policía.
Cuando los uniformados llegaron al lugar, Da Silva intentó escapar, pero fue capturado junto con su esposa y llevados a la comisaría donde sus declaraciones se contradijeron.
Por las inconsistencias las autoridades solicitaron el apoyo de perros rastreadores a los bomberos para buscar el cuerpo que finalmente fue hallado en el patio de la residencia donde vivía la pareja detenida.
Los acusados permanecen detenidos a espera de juicio por los crímenes de robo, ocultamiento de cadáver, latrocinio y violación.