Caleidoscopio Humano presentó su último informe: Inflación en Venezuela 2022

El documento, enmarcado en el proyecto MonitorDescaVe, visibiliza cómo la inflación interfiere en la calidad de vida de los venezolanos y vulnera sus derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA)

Yennifer Calvo Bello y Emmanuel Rivas/ Caleidoscopio Humano

La ONG Caleidoscopio Humano presentó su último informe: Inflación en Venezuela durante 2022. El documento, publicado este lunes 27 de marzo, es resultado del monitoreo, documentación y difusión enmarcado en el proyecto MonitorDescaVe.

El informe hace una radiografía de la situación inflacionaria del país y cómo esta vulnera el derecho a la alimentación de los venezolanos e incide en su calidad de vida. 

Además, documenta y visibiliza las protestas registradas durante finales de 2022 y los primeros meses de 2023, con el fin de exigir salarios dignos y respeto a los derechos laborales. 

Para el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF, 2022), citado en el informe, las pronunciadas aceleraciones de la inflación se vienen registrando desde el mes de septiembre del 2022, dejando al país al borde de un nuevo proceso de hiperinflación. 

La inflación pulveriza el salario mínimo y el poder adquisitivo de los venezolanos, interfiriendo en su calidad de vida e impidiendo su pleno desenvolvimiento y desarrollo. Además, vulnera sus derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA). 

“En consecuencia, en el país los índices de malnutrición han aumentado. Sobre todo, desde el inicio de la Emergencia Humanitaria Compleja (EHC) en el año 2015 y que, al día de hoy, sigue afectando a todos los venezolanos por igual”, se lee en el documento. 

Al menos 6,5 millones de personas pasan hambre en Venezuela, de acuerdo con datos de organizaciones internacionales como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Mundial para la Salud (OMS), citadas por Caleidoscopio Humano.

Para presentar el informe, Caleidoscopio Humano realizó un encuentro virtual a través de la plataforma de Twitter Space, que contó con la participación de Gabriela Buada Blondell, directora de dicha organización, además, de Yohana Marra, periodista especialista en cobertura de violencia basada en género, Karillyan García, directora de proyectos de AC Consorcio Desarrollo y Justicia, así como con Miguel Barone, coordinador nacional de Gritemos con Brío.

La actividad contó con la moderación de la periodista y líder emergente del proyecto MonitorDescaVe, María Alejandra Silva.

Gabriela Buada, directora de Caleidoscopio Humano señaló que el informe presentado, es producto de un trabajo de investigación donde, con lupa en mano, se revisaron datos que reflejan cómo la desigualdad se acentúa en ciertas poblaciones que resultan más vulnerables; es el caso de las mujeres, niños, niñas y personas de la comunidad LGBTIQ. 

“Es un informe que demuestra que, definitivamente y aunque se quiere mostrar un discurso diferente, Venezuela no se arregló”, insistió Buada. 

Mujeres venezolanas despojadas de sus derechos 

El informe visibiliza cómo la creciente inflación afecta de forma diferenciada a las mujeres, quienes forman parte de los grupos vulnerables, debido a que, al no existir una capacidad adquisitiva estable, se profundizan las brechas de desigualdad y pobreza. 

“La disminución del poder adquisitivo de las mujeres ha profundizado la desigualdad y deteriora la vida digna de las mujeres”, aseguró Yohana Marra, agregando que, “las mujeres, al no poder acceder productos de higiene menstrual, se ven obligadas a usar otros métodos que podrían poner en riesgo su salud”. 

De acuerdo con datos del informe, una mujer debe ganar al menos tres sueldos mínimos, para cubrir sus necesidades menstruales. 

Otro aspecto que resulta importante destacar, es que, debido a los bajos ingresos, las mujeres y niñas no puedan comprar alimentos que cumplan de forma satisfactoria a una dieta balanceada rica en nutrientes y proteínas.

Considerando que, la comida subsidiada por el gobierno venezolano, conocida como cajas Clap, se compone en su mayoría por carbohidratos refinados que no cumplen con los estándares nutricionales óptimos para un ser humano y tampoco es suficiente para cubrir las necesidades nutricionales familiares de todo el mes, se lee en el documento.

“Vivimos en uno de los países más desiguales del mundo, donde los ingresos que se perciben se ven afectados por la alta inflación que se ha registrado en los últimos años”, dijo Karillyan Garcia, de AC Consorcio Desarrollo y Justicia. 

García enfatizó en que mientras no existan políticas enfocadas a garantizar y proteger los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA), no se podrá decir que Venezuela ha superado la crisis que, desde 2015, se ha profundizado. 

Estigmatización y falta de oportunidades hace más vulnerables a las personas de la comunidad LGBTIQ+

La comunidad LGTBIQ+ también es parte de la población que se ve afectada de forma diferenciada. La crisis venezolana presenta importantes retos y uno de esos obstáculos es la falta de información oficial, sobre las carencias y necesidades específicas que viven las personas LGTBIQ+, acentuando desigualdades que se hacen evidentes en el acceso y disfrute de servicios de calidad, uno de ellos en el sector salud, ya que la mayoría no recibe atención médica oportuna y gratuita.

En el caso de las personas con VIH, estas han manifestado problemas para obtener sus tratamientos, además de la estigmatización a la que son víctimas en los sistemas de salud, documenta el informe. 

Por su parte, las personas trans no están contando con servicios públicos gratuitos y especializados, la gran mayoría carece de recursos económicos propios que les permitan tener un acompañamiento psicológico. Asimismo, tampoco tienen la oportunidad de dar inicio al protocolo de transición mediante procedimientos hormonales.

Salarios dignos: la principal exigencia de los venezolanos 

“El sector docente se ha visto golpeado de una manera muy fuerte en los últimos años. Inicialmente por el instructivo ONAPRE, y luego protestando para exigir al gobierno las reivindicaciones salariales sin recibir ninguna respuesta”, señaló Miguel Barone de la ONG Gritemos con Brío. 

De acuerdo con Barone, quienes han dedicado su vida a la formación del futuro de Venezuela, “hoy no ganan ni siquiera 50 $ en el mejor de los casos. Esto lleva a una deserción no solo de docentes, también de estudiantes quienes ven mermadas las condiciones y oportunidades para desarrollarse”. 

De acuerdo con los datos presentados por Caleidoscopio Humano en su informe, los trabajadores venezolanos requieren de -al menos- 70 salarios mínimos, para poder cubrir sus necesidades básicas. En comparación con otros sueldos de la región, el de Venezuela ocupa el último lugar como el más bajo.

“A pesar de que la Constitución de Venezuela es clara en los derechos que son obligación del Estado garantizar, incluyendo el derecho a la protesta, esta se ha visto vulnerada por el gobierno y por los grupos afectos que buscan silenciar las exigencias del gremio docente”, sentenció Miguel Barone. 

A pesar de esta criminalización de la protesta, desde finales del 2022 y durante lo que va de 2023, se han intensificado las manifestaciones pacíficas para exigir reivindicaciones laborales y salarios dignos, indexados al dólar y acordes con la realidad inflacionaria. 

Caleidoscopio Humano, con el objeto de velar por el cumplimiento del respeto al derecho a la protesta pacífica, así como visibilizar, documentar y denunciar la realidad a la que se enfrentan los trabajadores, pensionados y jubilados venezolanos; ha estado monitoreando y cubriendo las movilizaciones que se están llevando a cabo por todo el territorio nacional. 

Finalmente, Caleidoscopio Humano invita a visibilizar el informe Inflación en Venezuela 2022 a través de una campaña para difundir en redes sociales con la etiqueta #VenezuelaEnHiperinflacion

¡Suscríbete a nuestro boletín!

Noticias relacionadas