Educación

Caleidoscopio Humano presentó su informe “Educación en crisis: retos y desafíos en el acceso a la educación en Venezuela”

La organización denuncia que la falta de políticas públicas en materia educativa, están vulnerando este derecho universal, llevando a qué miles de niños, niñas, adolescentes y jóvenes, abandonen las aulas de clases para emigrar o trabajar

Emmanuel Rivas

(01-12-2023) En Venezuela, la Emergencia Humanitaria Compleja y la crisis de derechos humanos, ha dejado una profunda huella en el sistema educativo, vulnerando, de manera alarmante, el derecho a la educación de miles de niños, niñas, adolescentes y jóvenes.

Uno de los aspectos más evidentes de esta vulneración es el deterioro de la infraestructura escolar.

Aulas desgastadas, techos filtrados, baños casi inutilizables y la falta de mantenimiento, crean un entorno poco propicio para el aprendizaje, afectando directamente la calidad educativa.

Además, muchos estudiantes enfrentan jornadas académicas con los estómagos vacíos, lo que no solo afecta su rendimiento académico, sino que también contribuye a la deserción escolar. Las deficiencias en el Programa de Alimentación Escolar (PAE) han exacerbado la situación.

De igual forma, la falta de sueldos y salarios justos para los docentes, ha llevado a una preocupante pérdida de profesionales capacitados, dejando a las aulas con una carencia académica profunda.

Esta deserción no se limita solo a los docentes; los estudiantes también abandonan las aulas de clases para trabajar y poder así contribuir en la economía del hogar o migrar en busca de oportunidades.

Quienes siguen estudiando, se enfrentan a otro dolor de cabeza. La crisis económica y el bajo poder adquisitivo dificultan la compra de útiles escolares básicos y materiales necesarios para el desarrollo académico. Esto impide que muchos niños, niñas y adolescentes, puedan participar plenamente en el proceso educativo, profundizando así las brechas de desigualdad.

Con base en la difícil situación del sistema educativo, Caleidoscopio Humano, organización socia de MonitorDescaVe, presentó el informe “Educación en crisis: retos y desafíos en el acceso a la educación en Venezuela”.

Un documento que visibiliza las deficiencias que, en la actualidad, vulneran el derecho a la educación consagrado en el artículo 102 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

El informe fue presentado en un Instagram Live en el cual participaron como ponentes, Francisco González y Stefanny Aguirre, líderes emergentes de MonitorDescaVe e investigadores de Caleidoscopio Humano, Luis Crespo, economista y vicepresidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela (APUCV) y Cristian Torres, director de proyectos de la organización Gritemos con Brío.

Francisco González, quien moderó el espacio, comenzó haciendo un recorrido por el informe presentado, en el cual se muestra la educación como un derecho universal y de cómo, la no garantía de este, da pie para la deserción escolar.

En el documento también se hace referencia al PAE, como un programa insuficiente e inconsistente, la exclusión de las personas con discapacidad y neurodivergencias, la situación de infraestructura en las escuelas del país, la implementación del código QR para controlar a los docentes y la grave situación de las universidades del país.

Para González, la crisis del sistema educativo responde a la falta de políticas públicas y, el informe presentado por Caleidoscopio Humano, “es, sin duda, una radiografía de la grave situación por la que atraviesan las instituciones educativas del país en todos los niveles, desde la educación inicial hasta la universitaria”.

La falta de presupuesto coacciona a la universidad venezolana

Por su parte, Cristian Torres, quien además de director de proyectos de la organización Gritemos con Brío, es estudiante de la Universidad Central de Venezuela (UCV), destacó que “la principal causa de la crisis universitaria es la falta de presupuesto, lo que, además, se ha utilizado como medida de coacción contra la universidad”.

Torres agregó que la presión política que, incluso afecta la vida interna universitaria, “realidades como la de la Facultad de Derecho de la UCV, en la que están detenidos los concursos de oposición y credenciales, han terminado por entorpecer el crecimiento profesional de los docentes (…) toda esta intervención política del Estado, perjudica los procesos naturales de la universidad y la vida estudiantil y, al final de cuentas, perjudica al estudiante e impide que este pueda construir un futuro con calidad de vida», apuntó.

«Los estudiantes somos el eslabón más débil del sistema educativo», afirmó Cristian Torres durante su intervención.

La deserción estudiantil es alarmante

De acuerdo con datos revelados por la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi 2022), realizada por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), la tasa de escolaridad del año 2022 fue la más baja desde el 2014, porque solo 63 de cada 100 personas entre 3 y 24 años asistían a un centro educativo.

Una realidad poco alentadora en un país donde, de acuerdo con el artículo 102 de la Constitución, “la educación es un derecho humano y un deber social fundamental, es democrática, gratuita y obligatoria”.

Luis Crespo, economista y vicepresidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela (APUCV), señaló durante su intervención que solo en la UCV, la deserción estudiantil alcanza el 54.2 %.

“Yo no lo llamo deserción, lo llamo éxodo, pues es una condición impuesta que los ha obligado a emigrar. En la UCV hay unas cifras dramáticas que hemos presentado al Consejo Universitario anterior, empezando por una disminución del 54.2 % de la matrícula estudiantil; pasamos de 44.735 estudiantes en el año 2016 a 20.476 este año”.

Crespo aseguró que las facultades más afectadas han sido la de Ingeniería con un 70 % de éxodo de estudiantes, Agronomía 69 %, Humanidades 53 %, Ciencias Políticas y jurídicas 57.5 %, en Veterinaria 55 %, en la facultad de Ciencias ha abandonado las aulas de clases el 51 % de sus estudiantes, mientras que en Farmacia, odontología y Medicina ronda el 24 %.

“A esto se suma que ahora tenemos más docentes jubilados que activos y lo que solíamos llamar ‘el tigre’ ya no es un trabajo externo, ‘el tigre’ es ahora la universidad, debido a la pulverización del salario, eso impacta en la calidad educativa”, señaló Luis Crespo.

La realidad de la UCV, no es distinta a la de la Universidad de Los Andes (ULA), donde, de acuerdo con la Asociación de Profesores (APULA), en los últimos años se han ido más de 30 mil estudiantes, tampoco dista mucho de la Universidad del Zulia (LUZ), la Universidad de Carabobo (UC), la Universidad de Oriente (UDO) y demás universidades del país.

Tampoco es distinta a la etapa escolar desde preescolar hasta bachillerato, donde, de acuerdo con la Encovi 2022, para ese año había 1.5 millones de niños y niñas no escolarizados y una pérdida de 190.000 estudiantes con relación al año escolar 2020-2021.

Sueldos de hambre

En ese mismo sentido, el académico destacó los bajos salarios que han llevado a que una gran cantidad de docentes hayan cambiado los salones de clases por trabajar en otras áreas dentro y fuera del país.

“Debemos tener claro que no somos universidades solo de docencia, somos universidades de docencia, investigación y extensión (…) lamentablemente por el tema de los salarios, hoy, a duras penas, estamos cumpliendo con la docencia. Un profesor titular con exclusividad a tiempo completo en Latinoamérica, cobra en promedio $ 3900, mientras que, en Venezuela, con algunos bonos o primas, llega a $ 60; en el caso de un profesor instructor, que es aquel que está iniciando su carrera, en América Latina cobra en promedio 2500 $, en nuestro país su sueldo llega a 20 o 30 $”, dijo.

Crespo hizo referencia también a un estudio de la Organización de Bienestar Estudiantil (OBE), la cual arrojó que el 80 % de los estudiantes, debe trabajar para poder estudiar. 

Con este panorama, el docente se cuestionó sobre el momento en que se encuentra la academia y la educación venezolana, señalando que está en el peor momento de desigualdad, “porque en este contexto, ¿quiénes son los que pueden sostenerse cursando una carrera universitaria?”.

Niñas y adolescentes, las más vulnerables

Stefanny Aguirre, abogada, investigadora y líder emergente de MonitorDescaVe, señaló durante su intervención que en Venezuela muchas niñas y adolescentes no pueden acudir a las escuelas, porque no tienen cómo comprar insumos de higiene menstrual. “Esto profundiza, sin duda, las desigualdades”.

Aguirre además señaló que «la trata, el matrimonio infantil y la violencia sexual agudiza la forma en que las mujeres, niñas y adolescentes, se ven afectadas en el acceso a la educación de una forma diferenciada”.

Los especialistas coincidieron en que la vulneración del derecho a la educación en Venezuela responde a múltiples factores que el Estado ha desatendido, desde la infraestructura escolar hasta las limitaciones económicas de las familias.

«La educación nos va a permitir salir de la pobreza, hay que reivindicar el concepto de formarnos, de crear oportunidades y retomar la importancia de exigir el derecho a la educación. Se debe volver al verdadero sentido de la educación», finalizó diciendo Luis Crespo, vicepresidente de la APUCV.

Abordar los retos y desafíos de la educación en Venezuela, requiere, antes que nada, de voluntad política y de un enfoque integral que combine la inversión en infraestructura, la mejora de programas alimentarios, la retención de profesionales y la implementación de políticas que alivien la carga económica de las familias, asegurando así que cada niño, niñas, adolescentes y joven, tenga acceso a una educación de calidad y a un futuro lleno de oportunidades.

Para descargar el informe “Educación en crisis: retos y desafíos en el acceso a la educación en Venezuela”

Para ver de nuevo el Live en Instagram o en YouTube

¡Suscríbete a nuestro boletín!

Noticias relacionadas