Desde Caleidoscopio Humano exigimos la protección física, mental y el respeto de su integridad como mujer, recordando que este hecho suma la lista de las más de 100 mujeres detenidas de manera arbitraria en el país
@GabyBuada / Caleidoscopio Humano. – Este viernes 8 de agosto se denunció la detención arbitraria de Martha Lía Grajales, activista y miembro de Surgente, colectivo de defensa de los derechos humanos que ha estado acompañando a un grupo de familiares de personas privadas de libertad por razones políticas en Venezuela.
La detención la realizó la Policía Nacional Bolivariana, luego de que la activista asumiera la vocería en la concentración en apoyo a las madres agredidas el pasado martes frente al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) la noche del martes 5 de agosto, cuando un grupo de madres de presos políticos fue brutalmente atacado por sujetos encapuchados. Fueron golpeadas, robadas y arrastradas en el lugar donde se realizaba una vigilia pacífica.
Este hecho generó repudio de organizaciones de derechos humanos y la sociedad civil que responsabilizan a bandas parapoliciales por la agresión.

También, es importante resaltar que, aunque no les recibieron las denuncias a las madres, el Defensor del Pueblo, Alfredo Ruíz Angulo, rechazó la agresión públicamente en una nota de prensa.
«La Defensoría del Pueblo condena enérgicamente los actos de violencia ocurridos la noche del 3 de agosto frente al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), donde un grupo de personas que realizaban una vigilia pacífica fue agredida por sujetos aún no identificados».
El Defensor del Pueblo, Alfredo Ruiz, hizo un llamado a las víctimas a presentar la denuncia formal ante el Ministerio Público para recabar evidencias que coadyuven en las averiguaciones ante el ente responsable de investigar y ejercer las acciones penales correspondientes. Asimismo, luego de esclarecer los hechos identificar a los responsables de la agresión.
«Todo hecho de violencia contra personas pone en riesgo la vida e integridad, por lo que hizo un llamado a la población a evitar este tipo de actos contraproducentes que acarrean daños personales acciones judiciales para quienes lo cometen».
Antes de la detención de Martha Lía Grajales

En una convocatoria realizada por el Comité por la Libertad de los Trabajadores, Surgentes y Provea el viernes 8 de agosto se leyó un pronunciamiento como forma de protesta y exigiendo investigación por los actos de violencia contra las madres en vigilia frente al TSJ.
El texto fue leído por la defensora de derechos humanos desde la sede de la Oficina de la ONU en Caracas antes de su detención arbitraria.
Marino Alvarado, miembro de Provea también señaló durante la concentración pacífica que el pronunciamiento de la relatora de la ONU es importante para ratificar el derecho que tienen las personas a protestar pacíficamente.
«Aspiramos que otros Estados también se pronuncien. Manifestar pacíficamente no debería ser riesgo para nadie», aseveró el defensor de derechos humanos.
Según Provea, Grajales fue interceptada por agentes de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en un retén policial ubicado a pocos metros del lugar de la protesta. La activista fue obligada a abordar una camioneta gris sin placas, y hasta el momento se desconoce su paradero. Las autoridades venezolanas no han emitido declaraciones oficiales sobre el caso.
La defensora también fue una de las mujeres agredidas por «colectivos» el pasado martes durante la vigilia del Comité de Madres en Defensa de la Verdad.
Hasta el momento de la realización de esta nota se desconoce el paradero de Martha Lía Grajales y desde Provea se ha informado que han tratado de ejercer el recurso de Hábeas Corpus a favor de la activista detenida arbitrariamente.
Desde Caleidoscopio Humano exigimos la protección física, mental y el respeto de su integridad como mujer, recordando que este hecho suma la lista de las mas de 100 mujeres detenidas de manera arbitraria en el país.
Exigimos además la libertad inmediata de la defensora de derechos humanos y un pronunciamiento de rechazo de esta arbitrariedad los organismos pertinentes tanto locales como internacionales. Defender derechos humanos no es un delito. Basta de criminalización.