Comunicadores y expertos analizan en las jornadas de «Gobernanza en los medios» los riesgos de la desinformación y polarización del actual proceso de digitalización
(07-04-2024) Los medios de comunicación y las plataformas tecnológicas «están obligados a cooperar, colaborar y cocrear en el futuro» pero, para ello, la relación por parte de estas últimas tiene que «dejar de ser desleal y abusiva».
Con esta contundencia se han manifestado los expertos ante el nuevo paradigma que la irrupción de las plataformas tecnológicas -como Google o Meta- ha generado en el sector de la comunicación, dentro del marco de las jornadas que, organizadas por el Observatorio de Medios (promovido por la Fundación Haz y Ethosfera), han reunido en la sede CaixaForum de Madrid a un centenar especialistas y actores de la comunicación para reflexionar sobre unos «medios bien gobernados» y un «público bien informado».
En concreto, la digitalización liderada por las plataformas tecnológicas y su relación con los medios ha sido analizada en una mesa redonda moderada por Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización de 2020 a 2023 y actual copresidenta del consejo asesor de Naciones Unidas en materia de inteligencia artificial.
Precisamente en ese campo, Artigas ha señalado las dificultades legales que están generando las actuales fórmulas para entrenar a la IA con contenidos desarrollados por los medios que ya están presentes en internet.
«Si un medio publica la imagen del Guernica o se atribuye ser el autor está infringiendo el copyright, pero si alguien se pasa dos horas examinándolo y luego pinta una escena cubista, sólo se está inspirando en él. Este es el argumento que utilizan las empresas que desarrollan la IA para justificar el uso de contenidos en la red para entrenar a sus aplicaciones», ha explicado Artigas.
Por su parte, Miguel Langle, director de asuntos regulatorios de Atresmedia, ha ahondado en el problema al recordar que hasta la reciente aprobación de la legislación europea «yo no podía decirle a Google que con mi contenido no entrenarla a la IA, porque la única opción era quitar todo el contenido de la red, lo que era imposible por la dependencia que tenemos de los motores de búsqueda».
Desde esa idea ha defendido que los editores tengan la posibilidad de «retirar su contenido sólo a efectos de entrenar a la inteligencia artificial».
En esa línea, han remarcado la importancia de la reciente aprobación de la Ley Europea de Libertad de Medios de Información (EMFA), que trata de regular el marco de relaciones entre medios tradicionales y plataformas tecnológicas.
Así, Eduardo Fernández Palomares, consejero de cultura en representación permanente de España ante la UE, ha destacado que la norma establece que los medios calificados como fiables, por sus buenas prácticas, deben tener «una relación distinta con las plataformas, que el resto de usuarios y medios, puesto que garantizan la credibilidad de sus informaciones, con la figura de un supervisor».
En esa difícil relación también se ha reclamado la «transparencia» de las plataformas tecnológicas hacia los medios con respecto a la audiencias, que permita «reequilibrar el mercado de la publicidad». Sobre la mesa, sobrevolaba todo el tiempo el dilema de cómo las plataformas y agregadores movilizan las visitas, y la publicidad, hacia los contenidos que difunden, que paradójicamente, han sido creados por los medios de comunicación, que ven mermados sus tradicionales ingresos por publicidad, en favor de quienes vehiculizan sus informaciones.
Una idea que también ha marcado la mesa redonda anterior, donde los CEO de los principales grupos de comunicación de nuestro país, como Luis Enríquez, CEO de Vocento; Carlos Núñez, ceo de Prisa Media; Fernando Yarza, presidente de Henneo y José Antonio Sánchez, fundador y ceo de El Confidencial, han abogado «en los vínculos existentes entre la buena gobernanza y el fortalecimiento de la confianza en el sector de los medios de información».
Ahí, Fernando Yarza, presidente del grupo editor del Heraldo de Aragón, ha estado incisivo al preguntarse por qué «nosotros tenemos que responder con nuestra casa y patrimonio ante cualquier información que publicamos y el señor Zuckerberg [fundador de Facebook] no». «Es como poner a competir al gordito de Zaragoza con Usain Bolt, y además darle cincuenta metros de ventaja», ha ironizado.
Por su parte, el CEO de Vocento, Luis Enríquez, ha recordado que «los medios son importantes para el mantenimiento de la democracia en la medida que son importantes para la sociedad en la viven, se extienden y hacen su trabajo. Y si son importantes para la sociedad, serán capaces de movilizar la publicidad hacia ellos». «Sin embargo, no nos encontramos en este círculo virtuoso -ha añadido- y necesitamos otros apoyos para que la fachada no se caiga».
A pesar de ello, Enríquez ha insistido en «la importancia de los medios para la democracia». Además, redundando en la metáfora de la carrera falseada, ha recordado que «nosotros hemos dado de comer a Usain Bolt, ¿qué le vamos a pedir, que deje de correr?». «Por lo menos que salga de los cien metros», ha contestado Yarza, retomando el guante, entre risas.
José Antonio Sánchez, fundador de El Confidencial, ha explicado que «la cuestión reside en cómo nos adaptamos a un entorno tan cambiante, en una sociedad líquida, sin renunciar a los principios periodísticos de tolerancia e independencia editorial». En esa línea explicó que es fundamental una «independencia financiera», sin la que un medio «sería muy fácil de asfixiar».
Libertad de expresión en las redacciones
Como moderador en la última mesa redonda, el experimentado periodista Fernando González Urbaneja, ha querido incidir en cómo gestionan la libertad de expresión en sus redacciones los directores de varios medios de comunicación.
De forma muy concreta les ha preguntado sobre su relación con los editores. Para algunos, como Ignacio Escolar, la respuesta ha sido fácil, en el sentido de que compatibiliza ambas responsabilidades, como accionista mayoritario y director de eldiario.es, aunque ha avanzado que ya preparan un estatuto para que, en el futuro, su posible sustituto cuente con el refrendo tanto de la redacción como de los socios.
Por su parte, Julián Quirós, director de ABC, ha sido más directo al señalar que la relación se fundamenta «en la confianza». «El consejo de administración te da un mandato y el director tiene que desempeñarlo compatibilizando la autonomía con una cierta actitud hacia el riesgo».
En ese sentido, ha insistido en que es preciso que como director de periódico «se toquen los límites y las líneas rojas», siempre con respeto al marco establecido por el consejo de administración. Como ejemplo, ha explicado que nunca le cuento a nadie lo que va en la portada del día siguiente: «El consejo de administración la conoce al mismo tiempo que el grupo de whatsapp con los redactores del periódico al que envío cada día la portada».
Nacho Cardero, de El Confidencial, también ha insistido en la necesidad de «una muralla china» entre la misión del director y del editor. «Es importante que haya comunicación entre ambos, pero una distinción clara entre lo que decide cada uno, ha añadido. Además, ha reivindicado la necesidad de «molestar» con sus decisiones, incluso a los lectores, «cuando hacemos informaciones que ellos no esperan», como muestra y garantía del libre e imparcial ejercicio de la actividad periodística.