Las personas trans no sólo se enfrentan a la discriminación institucionalizada y a los estereotipos normalizados en la sociedad, también son víctimas de exclusión dentro de los propios movimientos sociales. Conoce nuestra campaña Simplemente Quiero Vivir así Como Tú
Yennifer Calvo / Caleidoscopio Humano
La discriminación entre grupos de la diversidad sí existe. En Venezuela, es bien sabido que las personas trans forman parte de los grupos vulnerables de la población, porque estas deben enfrentarse a un Estado que se niega a garantizar sus derechos, a la violencia mediática y a una sociedad machista, retrógrada y estereotipada.
Pero poco se habla de la exclusión y el inexistente reconocimiento del que son víctimas dentro del movimiento feminista y la comunidad LGBTQ+ en el país.
Para algunas personas activistas, esta es una lamentable realidad, que se presenta ya sea por desconocimiento o falta de empatía dentro de los movimientos de la diversidad.
Prissila Solorzano, activista y miembro del equipo de Caleidoscopio Humano, comentó que ha observado con preocupación cómo personas que son parte del actual movimiento LGBTQ+ venezolano, “protestan y exigen derechos”, desconocen y manifiestan poco respeto por la identidad, orientación y expresión de género de las personas trans y no binarias.
“Es lamentable que no se formen, que no tengan conocimiento real de lo amplia que es la diversidad y discriminen a las personas trans y no binarias, por el simple hecho de que su identidad no vaya acorde con su expresión de género o, peor aún, que se juzgue a las personas por si cumplen o no con su terapia hormonal y por su aspecto físico (más masculino o femenino). En la lucha por los derechos todas las personas somos iguales”, enfatizó.
Agregó que en el caso de los movimientos feministas, el rechazo, la exclusión y el desconocimiento hacia las mujeres trans es más visible. Señaló que, a través de las redes sociales, ciertos movimientos han iniciado campañas contra las mujeres trans.
“Argumentan con un supuesto borrado de mujeres que nosotras no somos mujeres biológicamente y nos excluyen del movimiento, cuando nuestra intención no es otra que sumar fuerzas para exigir y defender los derechos de todas las mujeres y la igualdad de género”, concluyó.
En cuanto al feminismo transexcluyente, es necesario destacar que la igualdad de género solo se logrará una vez que que todas las mujeres y niñas sean incluídas, es decir, sin inclusión de las mujeres trans no habrá igualdad de género real, así lo sostiene ONU Mujeres y suscribimos desde la organización Caleidoscopio Humano.
Para Gabriela Buada Blondell, directora de la organización, el feminismo debe ser interseccional, sororo y diverso. Para la activista, los espacios feministas no deben ser plataformas desde donde promover discursos de odio y negar los derechos de las mujeres trans.
“Entendemos que la lucha por los derechos de las mujeres no ha sido fácil, pero excluir a las mujeres trans en un país tan desigual, machistas y discriminatorio en nuestra agenda resulta injusto y poco empático”, aseveró la también periodista.
Sin derecho a la educación y el trabajo
En el contexto venezolano, hablar de derechos económicos, sociales, ambientales y culturales (DESCA) es complejo. Estos derechos son vulnerados cada día a toda la población, sin embargo, afectan de manera diferenciada a las personas de la comunidad LGBTIQ+ quienes, ya tienen que lidiar con violaciones a sus derechos de identidad y reconocimiento por parte del Estado.
Yendri Velázquez, miembro del Observatorio de Violencia LGBTIQ+, aseguró – durante un conversatorio realizado por Caleidoscopio Humano el pasado mes de febrero – que las personas LGBTIQ+, no tienen espacios para hablar sobre los DESCA y la violencia se ha convertido en una política de Estado.
«La indiferencia del Estado, tienen impactos diferenciados dentro de la comunidad LGBTIQ+, es importante decirlo, porque no es un tema aparte, todos vivimos la misma Emergencia Humanitaria Compleja», destacó.
Realidad que es aún más grave para las personas trans. “Si a las personas heterosexuales hoy en día se les dificulta acceder a estos derechos, para las personas trans es mucho peor», así lo afirma Prissila Solorzano, activista y miembro del equipo de Caleidoscopio Humano.
Para Solorzano, los derechos más vulnerados para las personas LGBTIQ+ son el derecho a la educación, el trabajo y la salud. Tal es su caso que, aunque cuenta con dos títulos universitarios, no ha podido ejercerlos en espacios fuera del activismo por ser una persona trans.
«El estigma hacia las mujeres trans era tan grande, que éramos consideradas prostitutas enfermas. Cuando yo quería acceder a un empleo específico relacionado con lo que estudié, nunca me llamaban (…) en una oportunidad intenté ingresar a trabajar en un canal de televisión del país, donde me rechazaron y me dijeron que debía cambiar de aspecto», relata Solorzano.
Personas trans con menos oportunidades que gays, lesbians y bisexuales
De acuerdo con un informe elaborado por Equilibrium – Centro para el Desarrollo Económico, las personas trans en Venezuela tienen menos oportunidades que el resto de la comunidad.
Según datos revelados en el documento, la mayoría de la población venezolana está abierta a la inclusión de gays, lesbianas y bisexuales, pero excluyen a las personas trans en determinadas áreas laborales y sociales en el país.
83% de los venezolanos encuestados expresó estar de acuerdo con que las personas trans se dediquen al estilismo y peluquería, evidenciando la discriminación, enquistada en la sociedad, y la poca comprensión sobre la identidad de género.
Al respecto, 43 % de los ciudadanos dijo que las personas trans tomaron la decisión de ser así; 25 % consideró que es algo biológico; 15 % aseguró que “se convirtieron” por algún trauma; 5 % manifestó que padecen de alguna enfermedad, y 13 % no respondió o dijo no saber.
Personas de la tercera edad y grupos religiosos (evangélicos y personas con otras religiones no católicas) son quienes más insistieron en que las personas trans “se convirtieron por algún trauma”, concluyó el estudio.
El derecho a la identidad continúa siendo una deuda del Estado venezolano
Tras seis meses de que activistas LGBTIQ+ se encadenaran a las afueras de la Defensoría del Pueblo, en Caracas, para exigir al Estado venezolano que las personas trans pudieran ejercer su derecho a la identidad y no se les discrimine a la hora de solicitar un cambio de nombre, permitido en las leyes venezolanas, cuando este no se corresponde con su expresión de género; la situación sigue siendo la misma.
Es importante recordar que el artículo 146 de la Ley de Registro Civil establece que “toda persona podrá cambiar su nombre propio, por una sola vez, ante el registrador o la registradora civil cuando este sea infamante, la someta al escarnio público, atente contra su integridad moral, honor y reputación, o no se corresponda con su género, afectando así el libre desenvolvimiento de su personalidad”.
Sin embargo, pese a que esta ley tiene más de 10 años de haber sido sancionada y a que la Constitución prohíbe cualquier tipo de discriminación, el Estado venezolano le siguen negando a las personas trans el derecho a cambiar su nombre.
Para las personas trans, vivir con un aspecto físico distinto al que está plasmado en el documento de identidad limita su acceso y vulnera su derecho a la educación, el trabajo y la salud, así como también las expone a la violencia policial (soborno y psicoterror).
Muchas personas no son contratadas o son despedidas de sus trabajos solo porque en sus cédulas dice otro nombre, que no coincide con la persona que se está presentando. Situación que se repite en los centros de salud y centros educativos.
En 2017, la Corte Interamericana de Derechos Humanos afirmó en una opinión consultiva que los Estados deben establecer procedimientos de reconocimiento legal del género sencillos con base en la autoidentificación, sin requisitos invasivos ni estigmatizantes como exámenes médicos y pruebas de cirugías de reasignación de sexo. El Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas también ha exhortado a los gobiernos a garantizar el derecho al reconocimiento legal de su género.
Desde Caleidoscopio Humano, reiteramos nuestro compromiso con la lucha de las personas trans, y demás miembros de la comunidad LGBTIQ+, y exigimos al Estado venezolano a garantizar el derecho a que estas personas sean reconocidas por ser quienes eligieron ser, y no sufrir de ninguna expresión de discriminación o violencia por ello.
Conoce nuestra campaña Simplemente Quiero Vivir así Como Tú.