Por Nataly Carvajal/Caleidoscopio Humano
(29-11-2022) Todas las mujeres y niñas que trabajan en cualquier ámbito correspondiente a los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales, y cual mayor objetivo es impulsar cambios sociales que beneficien a sectores que se encuentran en condiciones de mayor vulnerabilidad, son defensoras de derechos humanos.
Obstáculos que enfrentan las mujeres defensoras
Las mujeres defensoras de derechos humanos presentan mayores obstáculos para realizar su labor, son víctimas de discriminación, acoso y sufren reiteradas amenazas sobre todo en aquellos países donde el machismo y la misoginia están a la orden del día.
Por otro lado, las limitaciones que se han intensificado al espacio cívico en muchas sociedades impiden el pleno desarrollo y desenvolvimiento de los defensores, pero especialmente si son mujeres, esto contribuye a profundizar las brechas de género, es por ello se deben desmantelar estereotipos que son perjudiciales y solo marginalizan.
Asimismo, muchas mujeres defensoras han sido maltratadas y asesinadas por defender derechos humanos de comunidades altamente vulnerables, América Latina es una de las regiones más peligrosas para la defensa, y en la cual las mujeres presentan con mayor peso la violencia y estigmatización social.
La ardua labor de las personas defensoras se convierte en un arma poderosa, sobre todo en aquellas sociedades donde sus gobiernos son de corte autoritario, situación que implica mayor riesgo al estar restringidas las libertades. Por otra parte, lo que sí es importante resaltar es que cada día más mujeres se sienten vinculadas a la lucha, educación y defensa de los derechos humanos, mostrando resiliencia ante los entornos bastante adversos.
Desde Caleidoscopio Humano nos sentimos comprometidas en enaltecer el trabajo de las mujeres defensoras de derechos humanos, muchas de ellas como periodistas, mujeres lesbianas, mujeres trans ejercen esta labor con amenazas latentes y profundizadas en medio de un contexto de ataque y de disminución de su propia esencia por el solo hecho de su género.
Para descargar: Defensoras: persecución y amenazas con rostro de mujer
Rendir un homenaje a todas las mujeres que desde sus espacios contribuyen en la construcción de sociedades más justas e inclusivas, es indispensable para reconocer la importancia de su trabajo y la necesidad que sean más mujeres quienes puedan participar de forma activa dentro y fuera de cada una de sus comunidades.
Es importante destacar que las mujeres que se dedican a la defensa de los derechos humanos en ocasiones no se les es reconocido su liderazgo, siempre suelen ser minimizadas al rol histórico que la sociedad ha asignado a las mujeres en las actividades de cuidado y tareas domésticas, situación que las deja en mayor desventaja.
Las defensoras juegan un rol importante al trabajar incansablemente por la igualdad de género, pero aun así sufren de acoso específico, sobre todo aquellas quienes se dedican a la lucha por el derecho en cuanto a la salud, sexual y reproductiva, siendo víctimas de ciertas formas de violencia.
Existe gran preocupación al no existir mecanismos específicos que protejan a las mujeres defensoras, sobre todo por la poca sensibilidad que hay en cuestiones de género, ya que además, se hace evidente que no hay voluntad política, para que el entorno en que operen sea más seguro y favorable.
Mujeres defensoras en Venezuela
El Centro de Justicia y Paz (CEPAZ), junto con otras organizaciones que pertenecen a la red naranja, han evaluado la situación de las mujeres defensoras de derechos humanos en el país, enfatizando la preocupación que desde hace años las defensoras enfrentan, siendo víctimas de ataques, hostigamientos y señalamientos, por las condiciones restrictivas del entorno para la lucha y defensa de los derechos humanos.
Una de las situaciones que mayor preocupación genera, es la ausencia de cifras oficiales que visibilicen este tema en Venezuela, por lo que aumentan las condiciones de riesgo y vulnerabilidad para que las mujeres defensoras desarrollen sus labores sin problemas.
El Estado se encuentra en la obligación de garantizar la protección y apoyo para que las mujeres defensoras desempeñen libremente sus actividades, sigan siendo constructoras de paz, transformando realidades.
Para concluir es necesario enfatizar que en el país los mecanismos para proteger a las mujeres de violencia en un contexto general son bastante precarios, pues se carecen de enfoques de interseccionaldad que den muestra de la realidad por la que cada mujer atraviesa, y mucho menos se observa que hagan énfasis especifico en las mujeres que defienden los derechos humanos, lo que provoca vulnerabilidad e incertidumbre.
Los Estados deben garantizar, proteger y cumplir los derechos para que las mujeres defensoras puedan realizar sus labores sin ningún tipo de inconveniente, mediante la generación de políticas públicas que erradiquen toda tipo de violencia al que se puedan encontrar expuestas.