Según el monitoreo del Observatorio Social Humanitario, 49 % de los puntos de vacunación son ambulatorios y 13 % están en hospitales. La falta de electricidad y agua continua dificultan la accesibilidad a la inmunización.
(10-06-2022). Cerca de 30 % de los centros de vacunación contra la COVID-19 en el país no están operativos, en el primer trimestre de 2022, reveló el segundo reporte del Observatorio Social Humanitario (OSH) en el monitoreo hecho agosto de 2021 y abril 2022. También, mostró que por semana 44 % de los puntos de atención se encontraron inactivos.
El doctor Huníades Urbina, secretario de la Academia Nacional de Medicina, y María Graciela López, expresidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología, presumen que las razones que inciden en este problema son la carencia de vacunas; las condiciones de los centros y las fallas de los servicios públicos.
A juicio del doctor Julio Castro, infectólogo y profesor del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela (UCV), existe una disminución del número personas vacunadas. Es decir, del ritmo del proceso de inmunización. El último pico fue en enero con un total de 4.029.997 personas inmunizadas, precisó.
De acuerdo con el monitoreo, 10 % de los centros se reportaron sin disponibilidad de vacunas. Actualmente, las dosis que se aplican a nivel nacional son: Sinopharm, Verocell (94,35%); Sputnik V (27,08%) y Abdala (7,74 %), la cubana, que hasta los momentos no tiene estudios publicados en revistas internacionales especializadas en el tema, que avalen su eficacia.
Castro indicó que las olas de contagio impulsan a las personas a vacunarse. En enero hubo una ola de contagios debido a la llegada de la variante omicrón al país.
Cerca de 74 % de los venezolanos han recibido alguna vez al menos una vacuna contra la COVID-19. Así lo detalló Castro, quien tomó como referencia los datos recopilados y las estadísticas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
«El infectólogo añadió que Venezuela está en una “fase de estabilidad baja”, debido a que aún no alcanza la meta de 80 % de la población vacunada.
Condiciones de los centros de vacunación
Para María Graciela López, infectólogo y expresidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología, los tipos de centros y sus condiciones influyen en el descenso de las vacunaciones. Destacó que 49 % de estos son ambulatorios y 13 % son hospitales.
López explicó que existe un mayor el riesgo de contagiarse en esos lugares por COVID-19, pues los centros de vacunación también reciben personas con casos confirmados y hospitalizaciones asociadas al virus.
Hizo la recomendación de que el gobierno de Nicolás Maduro debe destinar puntos temporales y móviles, o megacentros, para llevar a cabo las inmunizaciones.
Sobre las limitaciones de acceso a la vacunación, López indicó que 33 % de los puntos de vacunación no tienen servicio de agua continuo y 26 % alegó no tener electricidad. Sin dejar de lado que gran parte de los centros solo trabajan cuatro horas al día.
En el monitoreo también se registró que 54 % de los pacientes dicen que las condiciones de espera en los centros de vacunación son inadecuadas. Mientras que 27, 93 % de los encuestados informaron que deben hacer colas a la intemperie. Además, la mayoría de los centros no cuentan con asientos o sala de espera.
Las personas con discapacidad también tienen dificultad de acceso: 24,62 % indicaron que la atención a personas discapacitadas es precaria.
Tercera dosis en Venezuela
El doctor Castro puntualizó que solo 16 % de los venezolanos han recibido la tercera dosis de la vacuna contra COVID-19. La mayoría de los pacientes son mayores de 55 años.
“El problema es que, o nosotros no hemos explicado bien o la gente no ha entendido. El nivel real de protección es con la tercera vacuna”.
Castro aclaró que este problema no es exclusivo de Venezuela, sino que es fenómeno que involucra a la región y al mundo.
En el muestreo, el OSH consiguió que 31,2 % de las personas no se quieren vacunar. Aunque el resto de los ciudadanos que no han recibido vacunas alegan que se debe a alguna patología, el no tener autorización médica y/o descuido.
