El Plan de Administración de Cargas aplicado por primera vez por Corpoelec al Distrito Capital expone a la luz el avanzado deterioro nunca detenido de la infraestructura eléctrica nacional, y que ya afectó a Caracas. El ingeniero Miguel Lara, especialista en la transmisión de energía eléctrica, puntualizó las fallas del sistema interconectado que obligan al primer cronograma oscuro de su historia.
(30-08-2021). El deterioro desbordado de la infraestructura del sistema eléctrico nacional alcanzó a Caracas y ya no puede escapar de los días sin luz. Es lo que ha dejado ver el racionamiento programado con el Plan de Administración de Cargas para la capital de la República, centro del poder, anunciado por Corpoelec, el 24 de agosto.
Y es también otra medida que se suma a la pesada carga de precariedades de Distrito Capital. Los caraqueños se verán afectados más a menudo en muchas zonas, y cualquier falla, lluvia o contingencia obligará a cortes con más duración y frecuencia.
“Ya no hay manera de que Caracas se pueda excluir del racionamiento. Ya no lo permite la situación operativa de toda infraestructura de generación, transmisión y distribución a escala nacional”. Así lo señala el ingeniero eléctrico, Miguel Lara, especialista en la transmisión de la energía generada en centrales hidroeléctricas y termoeléctricas. Y considera que “el deterioro ha avanzado tanto en la Región Capital que ahora también sufre los rigores de los cortes usuales en otras ciudades del interior”.
La capital y el deterioro eléctrico
La indisponibilidad de transformadores que ya no son reparados ni reemplazados con oportunidad, de subestaciones, y circuitos fuera de servicio, así como de todo el equipamiento en la transmisión y distribución en Caracas apuntan a una condición operativa deficiente. Esto sumado a averías en equipos o líneas de transmisión, no ofrece la confiabilidad que antes conservaba la electricidad en el área capital y que no afectaba a los usuarios.
“Por ejemplo, una línea 230 kV muy importante que es el anillo de 230 kV del área capital, que es El Junquito-Tacoa tiene mucho tiempo indisponible y eso debilita el sistema. Igualmente, los cables subterráneos, transformadores que van quedando indisponibles, hacen que ciertas averías conlleven estos racionamientos y hasta apagones, también en la región capital”.
Caracas salvada del racionamiento eléctrico
La ciudad capital nunca antes tuvo un plan de racionamiento, a diferencia de todo el país.
En 2009, por ejemplo, el presidente Hugo Chávez designó al militar y político cubano Rodrigo Valdés Menéndez para presidir una comisión que se encargaría del racionamiento. Se haría por bloques y áreas, incluida la Región Capital, debido al déficit energético, para solventar la crisis eléctrica en ese tiempo. El asesor planteó esa opción, pero duró poco, porque no tenía sentido, refiere Lara.
Diez años más tarde, a raíz del apagón nacional del 7 de marzo de 2019, el gobierno de Nicolás Maduro adoptó un cronograma de racionamiento eléctrico nacional. Caracas y otras tres entidades quedaron exceptuadas de los rigores de un cronograma que dejaba sin luz a las ciudades unas 18 horas por semana.
“Nunca hubo un plan de racionamiento para Caracas”, afirma Lara quien estuvo al frente de la Oficina de Operaciones del Sistema Interconectado (Opsis) hasta 2004. “Eso, aunque la Electricidad de Caracas tenía un esquema de prioridades de todos sus circuitos sobre cómo hacer si por alguna circunstancia se llegaba a tener la necesidad de racionar”.
Ni la tragedia de Tacoa impuso racionamiento
Recuerda la explosión de dos tanques que derivó en tragedia en las instalaciones de Tacoa, en el Litoral Central, en 1982. “Este hecho obligó a dejar sin generación a la Región Capital por la calamidad en esa planta, pero a través del sistema interconectado se hicieron los arreglos necesarios y no se racionó en Caracas ni en ninguna parte del país”.
El sistema interconectado contaba entonces con las reservas para enfrentar contingencias de esa naturaleza. Y la EDC no estaba exceptuada de alguna eventualidad. “Pero nosotros sabíamos que políticamente debíamos darle cierta prioridad a la recuperación de Caracas. Quizá no era lo más justo desde el punto de vista eléctrico, pero sí desde el punto de vista de impacto y de costos políticos y sociales. En la recuperación ante una afectación entraba Caracas como prioridad”.
Esta no es la situación actualmente.
Sin interconexión, más racionamiento eléctrico
La imposición del racionamiento que busca oficializar ahora los cortes constantes del suministro eléctrico, con horas, montos y áreas específicas de los sectores del Distrito Capital, no obedece a la hidroelectricidad. El Guri descarga, alivia agua a raudales.
De las serias fallas, el ingeniero José Aguilar, especialista en el tema eléctrico, advirtió a principios de agosto que el suministro de electricidad en Caracas “está en salsa”.
«El problema en el sistema interconectado se debe a la falta de generación existente y ahora se ha profundizado en la Región Capital. En consecuencia, no se puede atender toda la demanda de Caracas desde el sistema interconectado. Y Corpoelec, como prestadora de servicio, no tiene otra opción que hacer los racionamientos”.
Eso sí, aclara el ingeniero, Caracas sigue estando en el mapa de los objetivos prioritarios.
“Eso no ha cambiado en más de 20 años de revolución chavista ni lo van a cambiar. Pero el deterioro de toda la infraestructura a escala nacional es lo que ha llevado a tener que exceptuar a Caracas de la prioridad. Caracas por ser un área interconectada no escapa de estar afectada si se afectan las demás. Y como ha avanzado a grado superlativo el deterioro de todo el sistema, ya el resto del interconectado no permite cubrir la demanda. Se requiere de la generación propia, la cual está muy disminuida y afectada en la Región Capital, y por tanto cuando hay averías ya no le es posible a Corpoelec mantener la prioridad de no dar cortes”.
Descargas en el Guri que no alivian
Miguel Lara también abordó el “manejo inadecuado” de Corpoelec en el embalse de Guri y que incide en el suministro de electricidad.
Refiere que la empresa estatal ha mantenido la presa en su máximo histórico de llenado, en tiempos de lluvias intensas. Esto obliga a aliviar mucha agua para evitar que llegue a cotas más elevadas y riesgosas, apunta el ingeniero. Y explica que para hacer las descargas adecuadas del Guri debe también hacerla en los otros embalses hermanos, aguas abajo. Estos son Tocoma, Caruachi y Macagua.
“Los aliviaderos de los dos últimos no tienen inconveniente, pero el de Tocoma se viene usando de forma continua, porque no hay máquina. Las obras civiles de este aún no están debidamente concluidas. Eso es un elemento que se debe monitorear. Esperemos que no vaya a tener consecuencias negativas, debido al abuso de su empleo para aliviar y que incida en lo que se pueda turbinar en Guri. Es una advertencia que me permito formular porque ya tienen mucho tiempo usándose forma continua, y para eso no se diseñan los aliviaderos. Puede tener consecuencias preocupantes”.