El número de personas que solicitaron protección internacional en la Unión Europea el año pasado cayó a su nivel más bajo desde 2013 debido principalmente a las restricciones de viaje impuestas por los Estados miembros como consecuencia de la pandemia de covid-19, que afectó “significativamente” a las posibilidades de los solicitantes de asilo de alcanzar territorio europeo. También se vio afectado por la paralización de muchos servicios públicos tras la declaración del estado de emergencia en numerosos países. Según el informe anual, publicado por la Agencia Europea de Asilo (EAS), los Veintisiete recibieron el año pasado un total de 485.000 peticiones, lejos de las 716.000 registradas en 2019 y del 1,4 millones recibidas en 2015 durante el pico de la crisis migratoria.
“En 2020 hemos visto el número de solicitudes más bajo recibidas desde 2013, con una reducción del 32% respecto a 2019. Esto no significa que los números vayan a seguir siendo bajos en el futuro. Sabemos que globalmente todavía hay un número récord de personas que necesitan protección internacional pero simplemente no han logrado llegar a la UE”, ha explicado la directora ejecutiva de EASO, Nina Gregori, sobre las consecuencias del cierre de fronteras y la reintroducción de controles en 16 países del espacio Schengen.
Casi dos tercios de las solicitudes -el 64% cursadas por hombres y el 36% por mujeres- se presentaron en solo tres países: Alemania registró un total de 122.000 solicitudes, Francia 93.000 y España 89.000. Los tres, no obstante, registraron caídas de entre el 25 y el 38% respecto al año anterior, en linea con el resto de la UE. Por detrás, con una caÍda más pronunciada se situaron Grecia (41.000), que recibió la mitad de las solicitudes que un año antes, e Italia (27.000). En cambio, hubo cinco países, situados en la ruta migratoria de los Balcanes occidentales, en los crecieron las solicitudes: Rumanía, Bulgaria, Eslovaquia, Croacia y Austria.
El informe también señala que de las 485.000 solicitudes de protección recibidas el año pasado, un total de 14.200 (3% del total) correspondieron a menores no acompañados, el 41% de ellos procedentes de Afganistán, el 90% chicos, dos tercios de entre 16 y 17 años y solo 1 de cada 10 de menos de 14 años. Más de la mitad de todos ellos presentaron su solicitud de asilo en Alemania, Grecia, Austria y Bélgica.
Siria, Afganistán y Venezuela
En cuanto al origen, sigue siendo el mismo que en 2019. El grueso de las peticiones correspondieron a personas procedentes de Asia (44%), seguidas de Africa (23%) y América Latina (21%). Por países, encabeza la lista Siria (70.000), seguido de Afganistán (50.000), Venezuela (31.000), Colombia (30.000) e Irak (20.000). Además, y pese a la pandemia, tampoco ha cambiado el destino de las personas que piden asilo en la UE. Más de la mitad de los sirios y de los iraquíes solicitaron asilo en Alemania mientras que la vasta mayoría de las solicitudes de protección venezolanos y colombianos lo hicieron en España, el tercero país que más solicitudes registró, el 18,3% de toda la UE, y que proporcionalmente más denegó en primera instancia: un total de 73.740.
En todo caso, y pese al cierre de oficinas provocado por la pandemia y la suspensión temporal del registro de solicitudes, por primera vez desde 2017 se adoptaron más decisiones en primera instancia (534.500) que las peticiones recibidas. Esto permitió a los Estados miembros reducir el volumen de decisiones pendientes un 18%. Los nacionales de Eritrea, Siria y Venezuela continuaron recibiendo el aprobado con mayor frecuencia. También aumentó el reconocimiento de los afganos -del 48% en 2017 al 60% en 2020), nicaragüenses (del 6 al 25%) y bielorrusos (del 12 al 30%), pero en general, el 58% de las solicitudes terminaron en respuesta negativa. Entre los países con una menor tasa de reconocimiento se sitúan República Checa, Croacia, Polonia, Letonia y Francia pero fueron España (276%), Rumanía (156%), Grecia (81%), Eslovenia (65), Bulgaria (62%) y Lituania (15%) donde más creció el rechazo de las solicitudes en primera instancia.
Nueva agencia de asilo
La presentación del informe ha coincidido con un acuerdo político -todavía deberá ser refrendado formalmente- alcanzado entre los negociadores del Consejo, Parlamento Europeo y Comisión para convertir a la oficina europea de apoyo al asilo en una agencia con un mandato reforzado y nuevos poderes que “nos permitirá ser más operativos y reaccionar con mayor rapidez”, ha celebrado Nina Gregori, directoria de la oficina. La nueva agencia contará con una reserva de 500 expertos, incluidos intérpretes, en procedimientos de asilo que la agencia podrá enviar cuando surja alguna crisis en algún punto de la UE para apoyar a las autoridades nacionales que afronten picos de casos.
Se trata de uno de los elementos del pacto europeo de inmigración y asilo propuesto en septiembre del año pasado por la Comisión Europea. “La decisión demuestra que estamos haciendo progresos en materia migratoria”, ha valorado la comisaría de interior Ylva Johansson que ha recordado la importancia de dotarse de procesos de decisión más rápidos y justos. Según Johansson, la nueva agencia permitirá hacer realidad este objetivo y mejorar la capacidad de respuesta de la UE. Actualmente, EASO cuenta con una plantilla de 500 personas, un presupuesto de 142 millones de euros y tiene equipos de expertos desplegados en Chipre, Grecia, Italia, Malta y España.